♌ – Hunden a Alejandra Rubio y Carlo Costanzia Tras Leer Sentencia En Telecinco
La noticia de la condena de Carlo Costanzia, hijo de Mar Flores y pareja de Alejandra Rubio, sacudió el mundo del corazón español.
En 2023, Costanzia fue sentenciado a 21 meses de prisión por un delito continuado de estafa agravada relacionado con una trama de compraventa de vehículos de alta gama.
A pesar de haber devuelto más de 100.000 euros como reparación del daño, la sentencia se mantuvo firme debido a su reincidencia en delitos anteriores, lo que le impidió acceder a beneficios como la suspensión de la pena.
Durante este período, Alejandra Rubio enfrentó meses de embarazo y las primeras semanas de vida de su hijo, Carlo Jr., sin la compañía de su pareja, quien debía dormir fuera de casa debido a su régimen de semilibertad.
La colaboradora de ‘Vamos a ver’ expresó en varias ocasiones lo difícil que fue para ella esta situación, destacando que “la gente opina mucho y no sabe lo que Carlo ha pasado durante este tiempo”
El 11 de marzo de 2025, Carlo Costanzia cumplió su condena y obtuvo la libertad absoluta.
Alejandra celebró este logro en el programa ‘Vamos a ver’, compartiendo su felicidad por poder estar finalmente todos juntos como familia.
Dos días después de su liberación, la pareja viajó a Italia para visitar a la abuela de Carlo, quien se encontraba delicada de salud.
Este viaje marcó su primer desplazamiento internacional como familia, y Alejandra compartió en redes sociales momentos de su estancia en Turín, mostrando su felicidad y unión familiar.
Alejandra y Carlo han decidido dejar atrás los escándalos mediáticos y centrarse en su familia y proyectos personales.
Han abierto una barbería y salón de tatuajes en Madrid, buscando construir una vida tranquila y alejada del foco público.
La historia de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia es un claro ejemplo de superación personal y familiar.
A pesar de los obstáculos legales y mediáticos, han logrado encontrar la estabilidad y felicidad juntos.
Su capacidad para reinventarse y mirar hacia el futuro con optimismo es una lección de resiliencia y amor.