En el final de Dolor y gloria vemos a Salvador y su madre, Jacinta, durmiendo en la estación de tren. La cámara comienza a alejarse, abriendo el plano, en un lento travelling que muestra lo que no solemos ver: el equipo técnico que trabaja rodando la escena: “¡Corta!”, dice Salvador Mayo para poner fin al rodaje de El primer deseo, que a la vez es el final de Dolor y gloria. Cine dentro del cine, un corazón dentro de otro. “A mí me sigue conmoviendo este final, porque por un lado indica que, naturalmente, quiero salvarme. Entonces, salvo a mi personaje”, recuerda Pedro Almodóvar en Versión española, de RTVE.
A su lado está Penélope Cruz, que le mira embelesada. Ella interpreta a Jacinta. “Para mí fue muy bonito rodar eso, porque es poder compartir con el público lo que vivimos nosotros un montón de veces al día cuando estamos rodando. Ese plano es un regalo que tú le haces un regalo al público. Es magia pura”.
Hablando de regalos, esta es solo una de las perlas que nos regala el coloquio que conduce Cayetana Guillén Cuervo, en el que Pedro Almodóvar y Penélope Cruz recuerdan este rodaje y, de paso, su larga y fructífera relación: una relación que va más allá del terreno profesional, son más que director y actriz, son más que amigos. Juntos han construido un universo propio, marcado por lo estético y lo emocional.
Pedro y Penélope, más que amigos
Penélope le da a Pedro Almodóvar lo mejor que tiene y Pedro le regala los personajes más especiales que crea, haciendo que ella se crezca, tenga confianza en sí misma y no se ponga límites. Quién se lo iba a decir a aquella jovencita que en 1993 llamó al director de Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame y Tacones lejanos para pedirle un papel lo que estaba por venir. “Eres muy joven todavía, pero ya te llamaré”, le dijo Pedro. Pedro, el nombre que ella, gritaría siete años después en la gala de los Oscar, cuando desveló que el manchego se llevaba el Oscar por Todo sobre mi madre.
La llamada tan esperada por la actriz llegó, pero Penélope ya no era la misma jovencita. En esos años se había hecho un hueco en el cine y había trabajado con los mejores directores: Bigas Luna, Fernando Trueba, Fernando Colomo, Manuel Gómez Pereira, Alejandro Amenábar... Precisamente estaba embarcada en Abre los ojos cuando Almodóvar le ofreció un pequeño papel, pero muy especial por muchos motivos, en Carne Trémula. Interpreta a Isabel, una prostituta embarazada que se pone de parto el día de Navidad de 1970, la dueña de la pensión en la que vive la acompaña y el bebé nace en el autobús. La secuencia la protagonizan Penélope y Pilar Bardem, quien años más tarde se convertiría en su suegra.
Las madres en Penélope Cruz
Luego vinieron más trabajos juntos: Todo sobre mi madre, Volver, Los abrazos rotos, Los amantes pasajeros, Dolor y gloria, Madres paralelas, películas en la que Penélope ha sido la hermana Rosa, Raimunda, Magdalena, Jessica, Jacinta y Janis, y casi todas son madres. “Yo siempre la he visto como madre. Y después, con el tiempo he descubierto que, en efecto, era una madre vocacional”, dice el director.
Pero sin duda, Jacinta Mallo, el personaje de Dolor y gloria, tiene un componente emocional que la hace especial. Ella es la madre del protagonista, y el protagonista es Pedro Almodóvar. “Es una madre de los años 60 y es una madre todavía de posguerra, una madre muy distinta a las demás mujeres que aparecen en la película, como la beata, porque es una mujer que carga con un enorme peso y ese peso es la historia española y el papel que le ha tocado a ella sufrir. Las mujeres de aquella época fueron las que sacaron realmente a este país de la dictadura y de los años del hambre. Jacinta es una mujer que carga con el enorme peso de una historia durísima para la clase social a la que pertenece. Yo no había tocado todavía esa época y me ha gustado mucho, porque la tenía guardada ahí en mi cabeza”.
De Francisca Caballero a Jacinta Mallo
Para Penélope fue un trabajo cargado de emociones por toda la vinculación afectiva que tenía con la madre de Pedro. “Aquellos encuentros con la madre de Pedro fueron muy importantes para entenderla a ella y entenderle más aún a él. Entender también lo que significaba ser mujer en esa época y un ser madre de un niño tan especial que sabe que es especial, que pero que no sabe si encaja. Y su madre ve cosas pero hace que no las ve porque no quiere hacerle sentir más importante eso, que esa es la clave del personaje. Ella ve cómo es su hijo, pero al mismo tiempo hacer que no lo ve claro, y le ama y es adoración por ese niño”, añade la actriz.
Francisca Caballero, la madre del director manchego, murió en 1999. Fue madre y actriz ocasional en películas como Qué he hecho yo para merecer esto, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame y Kika, y la inspiración para los personajes de Chus Lampreave en La flor de mi secreto y, por supuesto, Julieta Serrano en Dolor y gloria, con la que compartió su duelo. “No se puede vivir con con el dolor inmediato de la pérdida. Eso es imposible. Afortunadamente los duelos tienen, tienen un tiempo, hay que pasarlos. Es importante también pasarlos porque hay veces que te los saltas y eso no es bueno, porque salen después. Yo no creo en la reencarnación, pero pero sí creo en que el espíritu, una vez que se libera del cuerpo, no desaparece sin más. No es que haya tenido experiencias paranormales, pero sí, he estado en contacto con mi madre muchas veces después de muerta, pero de un modo muy, muy, muy natural. Es una compañía que no desaparece”.
Del dolor a la gloria, del amor al duelo
El coloquio toca todos los temas que están presentes en el cine de Pedro Almodóvar y también el rodaje de La habitación de al lado, la primera rodada en inglés. Es su película número veintitrés y marca un punto de inflexión en su carrera, que no en su cine. “Es una película de dos actrices. Es decir, los paisajes que se ven en esa película son los rostros de estas dos mujeres. Entonces teníamos que hacerlo en verdadera comunión, los tres. Y esa química se dio desde el inicio. Y ha sido. Ha sido muy, muy, muy emocionante. He debutado en inglés como yo quería, es una película europea, de El Deseo”, cuenta y revela que el próximo trabajo “sé que va a ser en español”.
