Repasamos la filmografía de la actriz española más hollywoodiense y llegamos a la conclusión de que tanto sus éxitos como sus fracasos han ayudado a convertirla en la estrella que es.
Única estrella internacional española o figura distante y controvertida según a quién se le pregunte. A favor o en contra, todos los españoles tienen una opinión acerca de Penélope Cruz. Ella, por su parte, lleva 25 años sin parar de trabajar. Su carrera no conoce el término medio: los fracasos son catastróficos, pero los triunfos la han hecho volar más alto que ninguna otra. Todo lo que se escribe sobre ella está intoxicado por la exageración y los prejuicios. Sin embargo, si nos centramos en su filmografía, Penélope se reivindica como una actriz hecha a sí misma. Incluso cuando parecía una marioneta, todo formaba parte de su plan: llegar donde nadie había llegado antes. Así que todo lo que hoy tiene, bueno o malo, se lo ha ganado a pulso.
45. Bandidas (2006)
La mitad de sus papeles en Hollywood son de fierecilla volcánica, sensual y de clase baja que se pasa media película en sujetador. Penélope se lo debió de pasar bomba con Salma Hayek, su primera amiga en Hollywood, quien le ayudó a integrarse en la industria, pero los espectadores sufrieron esta comedia machista y vulgar. Ha tocado fondo varias veces, pero nunca cayó tan bajo como en Bandidas.
44. Alegre ma non troppo (1994)
Con el pelo corto como Ana Torroja, Penélope parecía torpe, con cara de circunstancias, y casi intentando pasar desapercibida. Nunca volvería a hacerlo. Ella no está hecha para ser la chica de fondo.
43. Por amor, sólo por amor (1993)
Interpretar a la Virgen María en su tercera película ya nos dejó claro que Penélope no le tenía miedo a nada. El Nuevo Testamento se vistió de culebrón, y la actriz desactivó su erotismo por primera y única vez en su carrera. Cualquiera puede hacer de Virgen María, pero nadie más puede ser Penélope Cruz.
42. Vanilla Sky (2001)
Repetir su papel de Abre los ojos en el remake americano representa la plenitud de la actitud que marcó sus primeros pasos en Hollywood: esforzarse lo menos posible. Penélope jugó una vez más sobre seguro, y lo único destacable de este trabajo es que salía muy mona.
41. Hi-Lo Country (1998)
En su primera película americana, Hollywood le dio un puré: lo único que tenía que hacer era ponerse delante de la cámara, salir guapa, hablar poco y convencernos de que dos mejores amigos podrían acabar partiéndose la cara por ella. A Hollywood le parecía cautivador, pero en España ya sabíamos que Penélope podía sacar adelante este tipo de papeles hasta en pijama.
40. Todos los caballos bellos (2000)
Otro papel romántico y superficial. Otro fracaso de crítica y público. La sensación de que a Penélope le estaban regalando una carrera en Hollywood que no se merecía empezó a intoxicar su imagen pública en España. El papel de latina sensual no estaba a la altura de su talento, y Penélope, ya fuera por el idioma, la presión o el tamaño de la producción, parecía estar tremendamente incómoda en la película.
39. La mandolina del capitán Corelli (2001)
Tercer papel casi consecutivo de trofeo con curvas para el héroe de la película. El objetivo estaba claro: que el mundo se enamorase de Penélope. El problema es que nadie iba a ver sus películas. Todas parecían pasadas de moda, aburridas y mil veces vistas. Al menos Penélope le iba cogiendo las riendas al inglés, y empezaba a poner cara de saber lo que estaba diciendo. Aun así, era inevitable plantearse si realmente le merecía la pena renunciar a ser la actriz más importante de España para ser una más en Hollywood.
38. Gothika (2003)
Penélope recuperó su look de Entre rojas (pelo sucio y ojos muy abiertos) para interpretar a la interna de un psiquiátrico. Se trata del típico personaje inquietante, un cliché del género del thriller psicológico que la actriz no supo sacar adelante porque no se enteraba de nada, así que se limitó a poner media sonrisa y divertirse vacilando a Halle Berry. Fue la única que se lo pasó bien con esa película.
37. Manolete (2008)
Existen ocho versiones de esta película, y al parecer todas espantosas. Puede llegar a funcionar como parodia, y quizá podríamos exculpar a Penélope de este accidente de tráfico artístico. Pero no. Dado su estatus, resulta ofensivo que Penélope aceptase protagonizar algo que ni siquiera cualifica como película: es un parque temático para guiris. Esta desgana ha estado varias veces a punto de hundirla, pero Penélope siempre cae de pie.
36. Lluvia en los zapatos (1998)
El protagonista viaja atrás en el tiempo para salvar la relación con su novia (Lena Headey) , tras ponerle los cuernos con otra (Penélope Cruz) . Lo que sí es ciencia-ficción es que esas dos fieras aparezcan aquí como sumisas a merced de los caprichos de un tipo de lo más convencional. Que a Penélope, mimosa con el piloto automático, le pareciese buena idea doblarse a sí misma es una de las peores decisiones de su carrera. Que ya es decir.
35. La chica de mis sueños (2007)
La novia del protagonista es Gwyneth Paltrow, así que cada noche sueña que mantiene una relación con otra mujer, interpretada por Penélope Cruz. En su afán por autoerigirse la mujer más sensual del mundo, aquí Pe se pasó de frenada. Demasiado literal.
34. Elegy (2008)
Isabel Coixet sabe darle espacio a personajes femeninos complejos, pero a Penélope le dio el papel de… muchacha sensual que hace que los hombres pierdan la cabeza por ella. Y por si hicieran falta más tópicos clásicos de Pe, aquí también enferma y sale desmaquillada en un hospital.
33. El laberinto griego (1991)
Basada en una novela de Manuel Vázquez Montalbán, este drama de detectives pasó desapercibido para la crítica y el público. Por eso, aunque fue el primer trabajo de Penélope en el cine, pocos lo tienen en cuenta. Al menos le sirvió para inaugurar su perfil de ingenua involuntariamente sensual. Sus personajes no tenían ni idea de lo que estaban haciendo, pero ella lo iría mecanizando más con cada película.
32. Los abrazos rotos (2009)
Qué bonitos pósters nos dio esta película.
31. La rebelde (1993)
Cruz inauguró su productiva relación con el cine italiano en este drama sobre una adolescente enviada a un reformatorio de monjas. Al menos practicó el italiano, lo cual le permitiría interpretar una nacionalidad más cuando se instalase en Hollywood.
30. Sahara (2005)
Parecía una apuesta segura. Una comedia de aventuras para toda la familia, con un héroe 100% americano, un secundario gracioso y una sexy latina indómita que en el fondo sólo quiere casarse. Penélope tenía prestigio en Europa, pero en Hollywood se empeñó en ser rentable antes que actriz. Como si esa desesperación oliese a podrido, el público huyó de todas sus películas, y Sáhara generó pérdidas de 140 millones de dólares. Cuando vino a promocionarla, un reportero de Caiga Quien Caiga le preguntó a Matthew McConaughey si podía tocarle el culo a su entonces novia. El actor le respondió de malas maneras, y Penélope mientras tanto posaba para los fotógrafos, ajena a que se la estuvieran rifando. Una estampa que resume perfectamente sus primeros años en Hollywood.
29. Entre rojas (1994)
En este drama carcelario femenino, Penélope destruyó por primera vez su belleza para abordar su primer gran reto dramático. Tenía 20 años y ya se sentía capaz de todo. No lo era, pero lo compensaba con ternura. El físico de Penélope le permite funcionar con la misma eficacia como bomba sexual, chica de barrio, dama de la alta sociedad, o todo a la vez. Entre rojas es una película menor, pero comenzó a forjar a una actriz que podía ser visceral si le daban el papel adecuado. Pero depende mucho de la calidad de su personaje.
28. La Celestina (1996)
Melibea es uno de esos personajes con peso en la trama, pero vacíos para el actor. Sin embargo, ella añadió algo que nadie esperaba: el magnetismo que sólo tienen las estrellas de verdad. A finales de los 90, la industria de cine española estuvo más cerca que nunca de generar sus propias estrellas, y La celestina seguía el modelo de las adaptaciones literarias clásicas orientadas a los adolescentes que tanto triunfaban en Hollywood. Al final el star-system patrio nunca cuajó, pero Penélope desplegaba semejante encanto y presencia que empezó a resultar obvio que su futuro estaba en Hollywood, un lugar donde ser estrella profesional sí es apreciado.
27. Brujas (1995)
Los sobacos peludos de Penélope protagonizaron la campaña promocional de esta película, porque con sólo 21 años cualquier cosa que hiciera Pe era noticia. Penélope era la más joven de las tres protagonistas, y traspasó la pantalla con esas ganas de comerse el mundo que sólo albergan los que tienen toda la vida por delante.
26. Juegos de mujer (2004)
La campaña la vendió como un triángulo sexual entre (la pareja en la vida real) Stuart Townsend, Charlize Theron y Penélope Cruz, sobre todo entre ellas dos. De ahí el título. En realidad era un drama bélico, al que Cruz aportó alegría, sensualidad y bailes latinos, a pesar de interpretar a una gitana refugiada en Inglaterra durante la guerra. La contrataron por sus cualidades, no para mantener rigor histórico.
25. El amor perjudica seriamente la salud (1996)
Interpretar a Ana Belén de joven obligó a Penélope a disfrazarse con una elegancia que por aquel entonces no tenía. Sin embargo, demostró que lo único que hace falta para ser estilosa es creérselo. Y hasta hoy.
24. Fanfan la Tulipe (2003)
Para que luego digan que estudiar idiomas no sirve de nada. Participar en producciones europeas permitió a Penélope forjarse un estrellato internacional, gracias al cual tanto en España como en Italia, Francia y Estados Unidos la consideran un poco suya. Aquí pudo explotar una vez más su encantadora vis cómica, un poco ordinaria y un poco picante, que ha acabado marcando su carrera.
23. Todo es mentira (1994)
Esta dramedia sobre la guerra de sexos (en la que ellas siempre son unas brujas) nos dio por primera vez a la Penélope peleona que no aguanta tonterías de nadie, una mujer inconformista que después se convertiría en una de sus especialidades. Otro patrón habitual en la carrera de Penélope es que siempre es demasiado mujer para sus compañeros, en este caso Coque Malla, que son incapaces de entenderla y por tanto la tratan como a una loca.
22. Abre los ojos (1997)
Si en España tuviésemos el equivalente a la “novia de América” de Hollywood, Penélope se habría coronado con esta película. Su belleza convencional le hacía parecer accesible, y su cercanía resultaba irresistible. Penélope ya era oficialmente la chica de los sueños de todos los españoles, era cuestión de tiempo que Hollywood se diese cuenta.
21. Volaverunt (1999)
En su propósito de convertirse en un icono de la cultura española, Penélope interpretó a Pepita Tudó, la en teoría modelo de las dos majas de Goya. Esta interpretación explotaba uno de los recursos más característicos de la actriz: la cara de hastío. Nadie se aburre tan bien como Penélope Cruz. Se reencontraba con Bigas Luna, 7 años después de Jamón Jamón, durante los cuales Penélope había aprendido a dominar su fotogenia.
Invitamos a nuestros lectores a continuar con la Parte 2 para descubrir más sobre todas las interpretaciones de Penélope Cruz evaluadas…