“Menos mal que fue el primero de la noche porque de otra manera no habría podido resistirlo”, recuerda la actriz sobre el momento.
Penélope Cruz es sin duda una de las mayores representantes del cine español de las últimas décadas. Su talento le ha hecho ser una habitual en las entregas de premios como los Goya o los Oscar. Sin embaego, en la gala de los Premios Goya 2025, la actriz y modelo española no estará presnete como sí ocurrió en la pasada edición, en la que entregó el premio a la mejor película a Juan Antonio Bayona por ‘La sociedad de la nieve’.
Ganadora del Oscar en 2009
“Todavía hay una parte de mí que lo vivió como si fuera una especie de sueño. Menos mal que fue el primero de la noche porque de otra manera no habría podido resistirlo. Solo pedía mentalmente que no me caiga, que no me dé un ataque de pánico en el escenario, que sea capaz de decir todo lo que quiero decir… Era muy importante para mí poder hablar en español y no solo en inglés, y te dan muy poco tiempo. Pero fue una alegría enorme poder compartir todo eso con mi familia, y lo que significa que tus compañeros valoren tu trabajo. Fue muy bonito”. Con estas palabras, Penélope Cruz recordó en una entrevista a Fotogramas cómo fue el momento en el que recibió el Oscar hace ya dieciséis años.
Dos años antes ya había sido también candidata por su interpretación en ‘Volver’, compartiendo nominación con artistas de la talla de Helen Mirren, Meryl Streep, Judi Dench y Kate Winslet. “Yo todavía hoy alucino y pienso: ‘¿Pero eso sucedió de verdad?’. Es increíble. Me ocurre que vivo las cosas exactamente igual que aquel día. Ahora, con la nominación de los SAG (Premios del Sindicato de Actores), me llamaron llorando mi agente y mi publicista de allí. A mí me hace la misma ilusión que la primera vez, estábamos como niños pequeños y eso es muy bonito”, contó.
También recordó cómo se sintió cuando la nominaron a la vez que a su pareja, el también actor Javier Bardem. “Hace dos años tuvimos la nominación a la vez de Javier y yo, y fue también muy surrealista. Tengo un vídeo grabado del momento en que nos enteramos y muchas veces le digo a Javier que tenemos que compartirlo porque es demasiado bonito. Estas cosas también son para que las vean otros. Yo no quería verlo en directo porque me ponen muy nerviosa estas cosas, pero al final lo hicimos y creo que estuve a punto de desmayarme de la emoción, de los gritos. ¡Los dos a la vez! ¿Pero cómo es posible? Fue muy surrealista”.
Si sus hijos siguieran sus pasos…
Además, la actriz no decartó que los hijos que han tenido ella y Bardem sigan sus pasos, aunque todavía lo ve lejos y espera que desarrollen su vocación por sí mismos. “Para mí lo importante es que vayan desarrollando una idea de lo que quieren, que sueñen con algo concreto, un par de cosas. Que vayan dándole forma y fantaseen con ello. Lo otro todavía no me lo planteo porque no estamos en esas edades. Yo cuando empecé a viajar allí ya tenía 18 o 19 años, no era tan pequeña. La primera vez que volé a Los Ángeles fue con ‘Belle Époque’, y luego para un casting que hice ese mismo año. Yo me sentía muy mayor, pero después volví a casa de mis padres, con mis hermanos. En un par de años hice dos o tres viajes, y siempre iba con mi billete de ida y vuelta, a hacer un trabajo concreto o una prueba, y luego volvía. Con 24 años volví a casa a vivir con mi madre y mis hermanos y muy cerca de mi padre”.