A sus 74 años, Marieta Tévez, la esposa de uno de los más grandes íconos de la música latina, Leo Dan, decidió romper su largo silencio para compartir una verdad profunda y desgarradora que,
durante décadas, mantuvo en secreto. Esta revelación ha conmovido a miles de seguidores del artista y ha dejado una huella imborrable en el corazón de los fanáticos que alguna vez escucharon las melodías que Leo Dan compuso y cantó con tanta pasión.
Marieta, a través de una entrevista íntima, relató con lágrimas en los ojos los últimos días que compartió con su amado Leo, quien falleció en enero de 2025. Durante esos días, Leo, aunque muy débil, mantuvo su esencia intacta, guiado por su amor por la música y su familia.
Su último regalo para ellos fue una serie de canciones inéditas, algunas de las cuales Marieta descubre hoy en su diario, un cuaderno gastado por el tiempo pero lleno de la magia de más de 200 melodías nunca grabadas.
“Leo era un hombre lleno de vida y música, siempre creando, incluso en sus últimos días. Esas canciones, compuestas a lo largo de su vida, son su legado. Pero, lo más impactante fue lo que dejó en su diario: no solo partituras, sino historias, sentimientos, y cartas escritas a mano para cada uno de sus seguidores, llenas de agradecimiento y amor” compartió Marieta.
Entre las páginas de su diario, Marieta encontró canciones que contaban la historia de su amor, de su familia y de los sueños de Leo. Cada canción tenía un significado profundo, desde una inspirada en la sonrisa de su nieta más pequeña hasta otra nacida de la visión de una pareja de ancianos bailando en la plaza. Sin embargo, lo más emotivo fue la carta dirigida a sus seguidores, en la que Leo expresaba su último deseo: que su música fuera compartida con el mundo cuando el momento fuera el adecuado.
Marieta recordó una conversación especial que tuvo con Leo, días antes de su partida. “Él me miró con esos ojos que siempre parecían sonreír, incluso cuando la vida lo golpeaba. Me pidió que compartiera su historia con el mundo, que la gente necesitaba saber que el amor verdadero existe, y que la música es la voz del corazón”, relató entre sollozos.
Una de las revelaciones más desgarradoras fue sobre la última mañana de Leo Dan. Marieta contó cómo, a pesar de la debilidad de su esposo, él insistió en preparar el mate para ambos, tal como lo hacía todos los días 15. “La última vez que tomamos mate juntos, él me miró y me dijo: ‘Guarda nuestras historias hasta el momento adecuado. La gente necesita saber que el amor verdadero existe’. Esas palabras, acompañadas de su sonrisa, son lo último que escucharé de él”, confesó Marieta.
Aunque la tristeza de su partida sigue latente, Marieta se siente agradecida por cada instante compartido con Leo, por cada canción que dejó atrás, por cada palabra escrita en su diario y por cada carta dirigida a los fanáticos que lo admiraban. Ella sabe que, a través de su música, Leo sigue vivo. “La música nunca muere, solo cambia de forma. Mientras haya una persona cantando mis canciones, estaré vivo en ella”, dijo Leo en una de sus cartas.
Marieta guarda esas cartas y canciones como un tesoro sagrado, esperando el momento adecuado para compartirlas con el mundo, tal como su esposo lo deseaba. En las noches silenciosas, al abrir el diario, siente que Leo aún está allí, componiendo, tocando su guitarra, buscando la palabra perfecta para cada verso.
“El amor que tuvimos, como la música, es eterno”, concluyó Marieta con una sonrisa nostálgica.
Este emotivo testimonio nos deja una lección de amor y legado. Leo Dan, a través de su música y su historia, sigue tocando los corazones de quienes lo amaron y de los que, por siempre, lo recordarán.