Natalia Jiménez, ex participante de MasterChef que lucha contra el cáncer, pierde el cabello a causa de los tratamientos
A través de su cuenta de Instagram, la joven de 20 años ha compartido su largo transitar con el cáncer de sangre que le fue diagnosticado este año
Con apenas 20 años, Natalia Jiménez rompe con la imagen típica de las jóvenes influencers que conquistaron las redes modernas. La exconcursante de MasterChef Junior España (2017), donde sorprendió al público por su talento y carisma en los fogones, se convirtió en un símbolo de resiliencia luego de revelar en enero de este 2025 su diagnóstico de cáncer de sangre.
Desde entonces, la joven comparte con sinceridad cada paso de su lucha, atrapando el corazón de sus más de un millón de seguidores en plataformas como Instagram y TikTok. El 13 de enero de 2025, Natalia publicó en TikTok un video desgarrador: “me han diagnosticado un cáncer, un cáncer de sangre… tengo mucho miedo”, confesaba entre lágrimas y visiblemente afectada por la noticia.
El cáncer de sangre, o cáncer hematológico, abarca diversas patologías que afectan la médula ósea, la sangre, el sistema linfático y órganos relacionados. Según datos de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), estos cánceres incluyen leucemias, linfomas y mielomas, y su pronóstico depende de factores como el tipo, el grado de avance y la respuesta al tratamiento.
Natalia Jiménez revela el acto de amor que hizo su novio por ella
A varios meses de este degarrador video, la joven sigue manteniendo una actitud bastante positiva y hasta esperanzadora, documentando a través de videos y fotos cómo es su vida cotidiana con cáncer, pues la lucha de Natalia no solo ha sido física, sino también emocional y social.
Desde el momento de su diagnóstico, eligió compartir cada etapa de su proceso, desde la caída del cabello hasta las emociones que le provoca cada tratamiento, usando sus redes sociales como un diario íntimo y una fuente de inspiración para otros pacientes. En marzo, mostró un acto de amor y solidaridad de su pareja, Abe, quien decidió raparse la cabeza como apoyo a Natalia que perdió su melena por la quimioterapia.
Por otra parte, el pasado 25 de mayo compartió en redes sociales una serie de imágenes junto a Abe en donde Natalia abrió su corazón al hablar sobre el impacto que las intensas sesiones de quimioterapia han tenido en ella, no solo a nivel físico, sino también en su salud emocional.
Sin embargo, en medio del desgaste que conlleva el tratamiento, relató con gratitud cómo Abe le dio una bocanada de aire al organizarle un viaje sorpresa a Tenerife, un destino que siempre había soñado visitar. Este gesto inesperado le renovó las fuerzas, devolviéndole la ilusión y recordándole que aún existen momentos hermosos por vivir, incluso en medio de la lucha contra el cáncer.
Además de la evolución médica, Natalia enfatizó el impacto positivo que su relación con Abe tiene en su vida y contó que él cambió radicalmente sus hábitos, pasando de ser alguien fiestero a una persona más centrada y comprometida, un cambio que influyó en que ella misma sea una mejor versión de sí misma.
Natalia Jiménez pierde las pestañas debido a las qumioterapias
Lamentablemente, este periodo de felicidad se vio empañado con otro aspecto doloroso de su tratamiento, pues además de su cabello se dio cuenta de que también está perdiendo sus pestañas, algo que ella consideraba parte de su personalidad y un símbolo de su identidad física.
Se me están empezando a caer las pestañas. Siempre me he sentido identificada con mis ojos… Tenía la esperanza de que las pestañas no se me cayeran, pero supongo que al tener el grado más alto de mi tipo de cáncer, pues también me dan las máximas sesiones de quimioterapia, dijo Natalia Jiménez.
De acuerdo con investigaciones publicadas en el Journal of Clinical Oncology, la alopecia asociada a la quimioterapia no solo afecta la estética, sino que puede impactar negativamente en la autoestima del paciente. Por ello, el relato sincero de Natalia sobre este efecto secundario pone en relieve la importancia de hablar abiertamente sobre todos los aspectos del cáncer, más allá de la supervivencia.