Laura Rivas no era simplemente una investigadora paranormal; era una mujer profundamente conectada con las energías que estudiaba, tanto que su propia vida parecía estar entrelazada con las fuerzas invisibles
que exploraba.
Desde su primera aparición en Extranormal, se convirtió en un ícono para los amantes de lo sobrenatural, con historias que iban desde posesiones inquietantes hasta rituales oscuros que desafiaban la lógica.
Sin embargo, esa conexión con lo desconocido pudo haber sido su condena.
Uno de los episodios más impactantes de su carrera ocurrió en el Panteón de Dolores.
Allí, entre tumbas y rituales de magia negra, Laura experimentó una posesión que dejó a su equipo en estado de shock.
Su cuerpo parecía controlado por una fuerza ajena, sus gestos y su voz cambiaron de manera aterradora.
Aunque logró recuperarse, esa noche marcó el inicio de lo que muchos consideran una batalla espiritual que nunca terminó.
Laura había demostrado ser un puente entre nuestro mundo y el otro, pero ese puente era frágil y peligroso.
El caso del ermitaño Nicolás López en la Cañada del Lobo fue otro capítulo oscuro en su vida.
Durante la investigación, Laura enfrentó fenómenos inexplicables que parecían bloquear su camino hacia el ermitaño.
Según él, las brujas de la montaña estaban decididas a impedir que Laura llegara hasta él, advirtiendo que una energía oscura ya se había adherido a su alma.
Las imágenes captadas durante esa misión mostraron sombras, neblinas y figuras inquietantes que parecían confirmar las palabras del ermitaño.
Para Laura, esta no era solo una investigación; era una lucha por su propia esencia.
Años después, Laura regresó a la Cañada del Lobo, convencida de que su alma había sido robada por las fuerzas oscuras que habitaban el lugar.
Con un cuchillo consagrado en mano, realizó un ritual desesperado, invocando a Dios y a las fuerzas de la luz para recuperar lo que sentía que le habían arrebatado.
Su voz, cargada de emoción y autoridad, resonó en la noche mientras luchaba contra lo invisible.
Pero, ¿logró realmente liberarse?
El deterioro de su salud comenzó a ser evidente tras su bypass gástrico en 2019, pero muchos creen que los problemas físicos eran solo una manifestación de los daños espirituales acumulados durante años.
Laura misma admitió en varias ocasiones que absorbía las energías negativas de las investigaciones para proteger a su equipo.
“Nunca tuve miedo”, dijo una vez, “pero siempre fui yo quien quedó exhausta, quien absorbió todo”.
En sus últimos días, Laura parecía estar más inquieta que nunca.
Su live en Instagram, donde rompió en llanto y lanzó acusaciones contra personas que supuestamente la habían encerrado y silenciado, dejó a sus seguidores con una sensación de angustia.
“Esto será lo último que escuchen de mí”, dijo, una frase que ahora resuena como una advertencia escalofriante.
El 3 de julio de 2024, Laura falleció.
Su familia aseguró que la causa fue complicaciones derivadas de úlceras gástricas, pero para sus seguidores, la explicación médica no era suficiente.
¿Fue su muerte el resultado de años de contacto con lo sobrenatural? ¿O había algo más oscuro detrás de su partida?
Sus últimas publicaciones en redes sociales, llenas de simbolismo y espiritualidad, dejaron pistas que algunos interpretan como predicciones de su propia muerte.
“Todo lo dicho y escrito permanece en piedra”, escribió semanas antes de fallecer, acompañando la frase con una imagen de piedras grabadas con palabras como amor, esperanza y espíritu.
Para sus seguidores, estas palabras eran más que reflexiones; eran mensajes codificados de una mujer que sabía que su tiempo estaba llegando a su fin.
Las teorías sobre su muerte continúan dividiendo opiniones.
Algunos creen que nunca logró recuperar su alma de la Cañada del Lobo, mientras que otros sugieren que fuerzas más terrenales estuvieron involucradas.
Pero lo que es innegable es que Laura Rivas dejó este mundo rodeada del mismo misterio que definió su vida.
Su legado, marcado por lo paranormal y lo inexplicable, sigue fascinando y perturbando a quienes la conocieron, mientras su historia continúa siendo un enigma sin resolver.