La Ciudad de México vuelve a ser el epicentro del debate público y mediático tras la detención de Donovan “N”, el segundo sospechoso vinculado al asesinato del abogado David Cohen-Cal.
Lo que parecía un caso encaminado hacia su cierre ha reabierto una grieta profunda en el sistema judicial mexicano,
dejando al aire una pregunta inquietante: ¿se trata de un avance real hacia la justicia o de un nuevo eslabón dentro de una trama mucho más compleja?
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Donovan fue detenido el 15 de octubre en la zona de Iztapalapa durante un operativo coordinado por agentes capitalinos.

En el momento de su captura, portaba un arma de fuego, sustancias ilícitas y ropa presuntamente vinculada a la escena del crimen.
Estos indicios, según los investigadores, podrían esclarecer su papel dentro del caso Cohen.
Sin embargo, fuentes cercanas al ámbito judicial sugieren que la medida de prisión preventiva impuesta podría tener un carácter más exploratorio que definitivo.
En el Reclusorio Sur, el juez de control determinó aplicar la medida de prisión preventiva mientras se investiga a Donovan por los delitos de cohecho (soborno), portación de arma de fuego y delitos contra la salud (relacionados con narcóticos).
Su abogado solicitó una ampliación del plazo constitucional para preparar la defensa antes de definir su situación jurídica. La próxima audiencia se fijó para el 22 de octubre, considerada un punto de inflexión que podría marcar el rumbo del proceso.

El Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, confirmó que Donovan podría estar directamente vinculado con el asesinato del abogado David Cohen-Cal, figura conocida por haber participado en litigios sensibles que afectaban intereses de alto nivel.
No obstante, Vázquez evitó precisar la naturaleza exacta del vínculo entre Donovan y el otro implicado, Héctor “N”, lo que ha alimentado las sospechas sobre la transparencia de la investigación.
Por su parte, Héctor “N” ya fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado. La audiencia se llevó a cabo el 17 de octubre en los juzgados orales de la calle Dr. La Vista, donde también se le impuso prisión preventiva y se estableció un plazo de tres meses para la investigación complementaria.
Su abogado, Luis Alberto Hernández Ramírez, declaró a la salida de la audiencia que su cliente “fue engañado” y que “no disparó” contra Cohen, una versión que ha reavivado el debate sobre quién fue realmente el autor material del crimen.

Algunos analistas sugieren que, si el testimonio de Héctor resulta verídico, Donovan podría ser tan solo un intermediario o cómplice circunstancial, más que el ejecutor o autor intelectual.
Pero la pregunta persiste: ¿quién está detrás de todo esto? ¿Existe una red más amplia de poder intentando encubrir una verdad incómoda?
El caso David Cohen-Cal ha dejado de ser un simple proceso penal para convertirse en un reflejo de las tensiones entre la justicia y la corrupción institucional en México.
Cohen, un abogado reconocido por su firme defensa en casos de alto impacto económico y político, había ganado reputación por enfrentarse a figuras influyentes.
Su muerte y la detención de dos presuntos implicados no hacen sino agrandar el misterio.

En un país donde la violencia y la desconfianza hacia las instituciones van en aumento, el proceso contra Donovan y Héctor se percibe como una prueba crucial para medir la fortaleza y la transparencia del sistema judicial mexicano. ¿Es este un triunfo de la ley o el producto de un guion escrito desde las sombras?
Mientras los tribunales preparan las siguientes audiencias, la opinión pública sigue expectante. Cada nuevo dato filtrado, cada declaración contradictoria, alimenta la sensación de que la verdad sigue enterrada bajo capas de intereses y silencios.
La próxima audiencia del 22 de octubre, en la que Donovan “N” enfrentará formalmente la justicia, podría revelar más de lo que muchos esperan.
¿Qué dirá? ¿Y hasta qué punto sus palabras podrán iluminar la trama detrás de la muerte del abogado Cohen-Cal, símbolo de la defensa legal en un México dividido entre la ley y la impunidad?