De Kimberly Moya a Hugo Basurto: los casos de desaparición que sacuden a Naucalpan

Al principio fueron solo avisos de búsqueda colocados con prisa en postes, muros y paradas de transporte, replicados una y otra vez

en redes sociales. Con el paso de los días, esos papeles se transformaron en un símbolo del miedo colectivo en Naucalpan.

Los nombres de Kimberly Hilary Moya González y Hugo Basurto de Hoyos dejaron de ser simples reportes para convertirse en un recordatorio constante de una realidad que inquieta a toda la comunidad.

La falta de respuestas claras y el silencio prolongado de las investigaciones oficiales han colocado al municipio en un estado de alerta permanente, donde cada familia se pregunta qué tan frágil es, en realidad, la seguridad cotidiana.

Kimberly Hilary Moya González, de 16 años, estudiante del CCH Naucalpan, desapareció el 2 de octubre de 2025. Ese día salió de su casa, ubicada en la colonia San Rafael Chamapa, para realizar una actividad escolar.

Nada parecía fuera de lo común. Sin embargo, nunca regresó. Desde entonces, no hubo comunicación, llamadas ni mensajes. Las rutas que pudo haber tomado fueron revisadas, sus amistades consultadas y los espacios habituales recorridos, sin obtener un solo indicio concluyente.

Más de dos meses después, la familia continúa atrapada entre la esperanza y la angustia, esperando una señal que permita reconstruir su paradero.

En un escenario distinto, pero igualmente inquietante, se encuentra la desaparición de Hugo Basurto de Hoyos, un hombre de 61 años que salió de su domicilio en el fraccionamiento Hacienda de Echegaray para dar un paseo rutinario con su perrita Isis.

Era un trayecto corto, conocido por vecinos y familiares, realizado en una zona considerada tranquila. Sin embargo, Hugo no regresó a la hora habitual y su teléfono celular dejó de emitir señal.

Desde ese momento, tanto él como su mascota desaparecieron sin dejar rastro, generando un profundo desconcierto entre los habitantes del lugar.

La reacción fue inmediata. Familiares y vecinos de Hugo Basurto organizaron búsquedas espontáneas, recorriendo calles, parques, áreas verdes y vialidades cercanas. Se tocaron puertas, se revisaron cámaras privadas y se difundieron avisos en comercios y espacios públicos.

Ante la ausencia de resultados, el caso fue denunciado formalmente ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, lo que permitió activar los protocolos institucionales y el acompañamiento de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México.

Se emitió una ficha oficial con sus datos físicos y se solicitó a la ciudadanía reportar cualquier información por los canales oficiales.

La desaparición simultánea de Isis, una perrita de raza pastor belga que siempre acompañaba a Hugo, incrementó la preocupación. Voluntarios y rescatistas coincidieron en que la ausencia de ambos reduce la posibilidad de una separación accidental durante el paseo.

Las brigadas ampliaron el radio de búsqueda hacia zonas arboladas, caminos secundarios y colonias colindantes, mientras las autoridades señalaron que la estrategia se ajustaría conforme surgieran nuevos indicios.

El caso de Kimberly Moya, por su parte, ha adquirido una dimensión social más amplia. Su madre, Jaqueline González, se ha convertido en una figura visible en la exigencia de justicia y en la denuncia pública de lo que considera omisiones en la investigación.

Ha encabezado jornadas de búsqueda ciudadana, participado en manifestaciones pacíficas y solicitado de manera reiterada que se amplíen las líneas de indagatoria.

En sus declaraciones, ha insistido en la necesidad de que el caso sea revisado a nivel federal, al considerar que existen elementos que ameritan la intervención de la Fiscalía General de la República.

Durante las investigaciones, la Fiscalía del Estado de México informó sobre la detención de dos personas que tuvieron contacto con la menor horas antes de su desaparición. En cateos relacionados con estos individuos se aseguraron objetos y prendas que forman parte de la investigación.

No obstante, la familia de Kimberly ha manifestado su inconformidad, señalando que las acciones emprendidas no han sido suficientes y que los operativos de búsqueda en campo no se han extendido con la urgencia necesaria a otras zonas del municipio y áreas cercanas.

Mientras tanto, estudiantes del CCH Naucalpan, vecinos y colectivos sociales han mantenido vivo el caso. Carteles con el rostro de Kimberly aparecen en calles, escuelas y estaciones de transporte.

Las brigadas informales continúan recorriendo distintos puntos, y la difusión constante en redes sociales ha permitido que el nombre de la joven no desaparezca del debate público. La presión social se ha convertido en una herramienta clave para exigir continuidad y transparencia en las investigaciones.

Ambas desapariciones, aunque distintas en contexto y circunstancias, comparten elementos que inquietan profundamente a la población.

La ausencia prolongada, la interrupción total de la comunicación y la falta de resultados concluyentes tras semanas de búsqueda han reforzado la percepción de vulnerabilidad en Naucalpan.

En este escenario, la participación comunitaria ha dejado de ser un apoyo complementario para convertirse en un pilar fundamental de las acciones de búsqueda.

Las autoridades sostienen que los operativos siguen activos, con recorridos en campo, análisis de información y uso de herramientas tecnológicas.

Sin embargo, para las familias de Hugo Basurto y Kimberly Moya, cada día sin noticias representa una carga emocional difícil de sobrellevar.

Ambas reiteran un mensaje que se ha vuelto común en Naucalpan: cualquier dato, por mínimo que parezca, puede marcar la diferencia.

Hoy, estos casos han trascendido el ámbito de los expedientes oficiales. Se han transformado en un llamado colectivo sobre la fragilidad de la vida cotidiana y la necesidad de respuestas claras.

Mientras la incertidumbre persista, Naucalpan seguirá viviendo con la pregunta abierta sobre cuántas historias más podrían quedar atrapadas en el silencio si la sociedad deja de mirar y de exigir justicia.

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