Una ciudadana interrumpe un evento público en Cali para criticar duramente la gestión del alcalde Alejandro Eder y cuestionar su relación con el gobierno y el ejército.
La mujer denuncia problemas de seguridad, infraestructura y desconexión de la administración con las necesidades reales de los ciudadanos, generando vítores y apoyo del público presente.
Hoy, en un evento que prometía ser un simple saludo entre autoridades, una ciudadana tomó el micrófono y desató su furia contra el alcalde de Cali, dejando a todos los presentes atónitos.
La situación se tornó tensa cuando la mujer, visiblemente molesta, comenzó a cuestionar la gestión del alcalde, señalando los problemas que aquejan a la ciudad.

“Hoy el alcalde de Cali me mandó un saludo.
Llegaron todos los vehículos brindados del ejército a cuidar Cali y dijo, ‘Gracias, ministro de defensa’.
Punto.
No quieren a Petro”, comenzó la mujer, refiriéndose al presidente de Colombia.
Con un tono desafiante, continuó: “Ah, pero siendo el jefe el alcalde, ¿no? Y el jefe del ejército.
Soy el jefe del alcalde, el jefe del ejército.
Branquitos que no quieren a Petro.
¿Por qué? Ah, porque soy café con leche”.
La ciudadana no se detuvo ahí.
Con una retórica afilada, criticó la relación entre el alcalde y el ejército, insinuando que la situación política en el país estaba influyendo en la gestión local.
“Alejandro Eder no ha podido con Petro.
Fue a Estados Unidos con Fico y lo ha atacado reiteradamente desde las redes sociales.
Pero en los grandes eventos, la gente le grita en la cara a Petro.
Para nosotros esto tiene un simbolismo muy importante”, dijo, reflejando la frustración de muchos ciudadanos que sienten que sus voces no son escuchadas.

El ambiente se tornó aún más electrizante cuando la mujer aseguró que la situación en Cali era insostenible.
“La cosa ha sido tan cotidiana que ya hasta la gente en redes sociales creyó que los bailarines de la feria de Cali también le habían gritado Petro en su cara”, comentó, aludiendo a la percepción de que la administración del alcalde estaba desconectada de la realidad de los ciudadanos.
Mientras la mujer continuaba su discurso, el público reaccionó con vítores y aplausos, apoyando su valentía.
“Aquí estamos ya presórumo.
Vengan, saluden todos.
Vean.
Listos, listos para el salsódromo.
No hay lluvia que nos pare.
Vengan estar en bueno.
Esto va a estar en bueno.
Va a estar en bueno”, exclamó, intentando mantener el ánimo entre los asistentes.
Sin embargo, la realidad del evento era otra.
A pesar de los intentos del alcalde de mostrarse cercano y alegre con la gente, la ciudadana no dudó en señalar la hipocresía detrás de esa fachada.
“Pero la realidad es que el sonido los confundió.
Ya que los bailarines no gritaron Petro, sino Senfo, haciendo alusión a su escuela de baile”, explicó, revelando un momento cómico en medio de la tensión.
La ciudadana también hizo referencia a un evento reciente en el que la alcaldía celebró el día de la acción comunal.
“Acabamos de recibir un reconocimiento por las decisiones que toma la alcaldía de Cali para fortalecer las juntas de acción comunal, que son la representación de la alcaldía ante los ciudadanos.
Pero detrás de todo ese show, esto se escuchó desde los últimos asientos”, dijo, refiriéndose a los gritos de desaprobación que resonaron en el auditorio.
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“Fuera, fuera, fuera, fuera, fuera.
Señor alcalde, usted aquí no ha hecho nada.
Se viene a dar pantalla.
Se viene a dar pantalla aquí diciendo que está haciendo las cosas bien.
¿Cómo tiene usted la ciudad? Desde el sábado al lunes, vestidos, 16 muertos.
Estamos llenos de fotomultas, estamos llenos de huecos en la ciudad”, continuó, haciendo eco de las quejas recurrentes de los ciudadanos sobre la inseguridad y la mala infraestructura de la ciudad.
La intervención de la ciudadana fue un llamado de atención no solo para el alcalde, sino para todos los presentes.
“¿Crees que viene a buscar que la conecen? Fuera, fuera, fuera, fuera, fuera, fuera, fuera, fuera.
Uh, fuera.
Oso.
Charata”, concluyó con un grito de protesta que resonó en el aire, simbolizando la frustración colectiva de muchos caleños que sienten que sus necesidades no son atendidas.
Este incidente ha desatado un debate en las redes sociales, donde muchos han aplaudido la valentía de la ciudadana por alzar su voz en un espacio donde la crítica a la administración local es escasa.
La situación en Cali sigue siendo precaria, y este evento ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio real en la gestión del alcalde y su equipo.
La ciudadana, sin duda, ha dejado una huella en la memoria de los asistentes, recordándoles que la voz del pueblo debe ser escuchada y que la lucha por una mejor Cali continúa.
La pregunta que queda en el aire es: ¿será este el inicio de un cambio significativo en la política local, o será solo un eco que se perderá en el tiempo?
