La llamada reina del pop latino ha sorprendido al mundo con una revelación que hasta ahora había evitado.
Thalía, a sus 53 años, decidió romper el silencio y admitir lo que durante décadas fue tema de rumores y especulaciones.
Siempre sonriente, siempre impecable frente a las cámaras,
la cantante mexicana guardaba un secreto que sus seguidores intuían, pero que nunca se había atrevido a confirmar públicamente. Su declaración, breve pero contundente, ha generado un torbellino de reacciones: miles de fans celebran su valentía, mientras otros se preguntan por qué esperó tanto tiempo para hablar.
Lo cierto es que con esta confesión, Thalía no solo enfrenta su propia historia, sino que también demuestra que detrás del mito hay una mujer de carne y hueso, capaz de admitir sus debilidades y verdades más profundas. Una página nueva se abre en su vida y en la relación con el público que la ha acompañado por más de tres décadas.