Amparo Grisales, conocida ampliamente como jurado del popular programa “Yo me llamo”, ha sido una presencia constante en la televisión colombiana durante décadas.
Sin embargo, pocas personas conocen la historia personal que se oculta tras su impecable imagen en pantalla.
En una reciente entrevista con Teleantioquia, Amparo reveló detalles sorprendentes sobre su nacimiento: “Nací casi muerta”, confesó, recordando que los médicos no tenían esperanzas de que sobreviviera.
Fue el amor incondicional de su madre, Delia Patiño de Grisales, quien logró salvarla y forjar un vínculo profundo que aún perdura en su corazón.
La relación con su madre fue el pilar fundamental de su vida.
Amparo ha hablado abiertamente del dolor que le causó la pérdida de Delia en 2016, describiéndola como “el amor de mi vida”.
Años después, todavía siente su presencia y la guía en su día a día, una conexión espiritual que la sostiene en momentos difíciles.
Pero la tristeza no terminó con la muerte de su madre.
Amparo también enfrentó la pérdida de su único hermano, un golpe que afectó profundamente a toda la familia y que, según ella, contribuyó a la partida de su madre.
Para colmo, en el aniversario de la muerte de Delia, falleció su perro Tanguito, su compañero fiel durante 17 años.
A pesar de estas tragedias, Amparo ha sabido mantener una sonrisa y una fortaleza admirables.
Su capacidad para seguir adelante, incluso después de tanto dolor, ha inspirado a muchos.
“Cuando lloro, siento que ella me dice ‘No llores’,” ha dicho en varias ocasiones, mostrando la dimensión humana detrás de la diva.
Un aspecto que ha despertado mucha curiosidad en torno a Amparo es su decisión de no tener hijos.
En una cultura donde la maternidad suele ser vista como un pilar esencial en la vida de una mujer, Grisales ha optado por un camino distinto.
Ella misma ha explicado que, aunque siente ternura por los niños y adora a sus sobrinos, el instinto maternal nunca la llamó directamente.
Para ella, esta elección es una declaración de libertad y autenticidad, una forma de vivir su vida sin ataduras ni presiones sociales.
Su vida amorosa ha sido igualmente intensa y compleja.
A los 15 años se casó con el actor y director Germán Tesarolo, un matrimonio breve pero significativo que marcó el inicio de su independencia emocional.
A lo largo de los años, Amparo ha tenido relaciones con figuras destacadas como el actor mexicano Jorge Rivero, con quien vivió un romance de ocho años, y el cantante español Julio Iglesias, con quien mantuvo una relación discreta y apasionada.
En la actualidad, Amparo vive un romance con un empresario brasileño radicado en Uruguay, con quien comparte una conexión profunda y una relación basada en el respeto mutuo.
A sus casi 70 años, la diva asegura sentirse enamorada, feliz y con una nueva forma de vivir el amor, menos obsesiva y más disfrutada.
Su carrera artística ha sido igualmente impresionante.
Desde sus inicios en los años 60, pasando por papeles emblemáticos en telenovelas como “Los pecados de Inés de Hinojosa” y “Cuerpo ajeno”, hasta su rol como jurado en “Yo me llamo”, Amparo ha sabido reinventarse y mantenerse vigente.
Su estilo único, su elegancia y su personalidad fuerte han marcado una huella imborrable en la cultura popular colombiana.
No teme mostrar su carácter intenso, y aunque a veces ha protagonizado polémicas y enfrentamientos públicos, siempre ha defendido su derecho a ser auténtica.
Entre sus controversias más recordadas están sus disputas con colegas y artistas, que han sido tanto criticadas como admiradas por su sinceridad y franqueza.
Amparo no se esconde detrás de una máscara; su dureza en el jurado de “Yo me llamo” responde a un compromiso real con la excelencia y el talento.
A nivel personal, Amparo ha enfrentado críticas por su apariencia y estilo de vida, pero siempre ha respondido con dignidad y humor, demostrando que la edad no es un impedimento para brillar con fuerza y autenticidad.
Además, su compromiso con el vegetarianismo desde hace más de 40 años refleja una conciencia profunda hacia los animales y el medio ambiente, aunque ha generado debate por su uso de productos de cuero, lo que ella explica con honestidad y coherencia.
La vida de Amparo Grisales es un mosaico de éxitos, pérdidas, amores y desafíos.
Detrás de la diva que vemos en televisión, hay una mujer que ha sabido enfrentar el dolor con valentía y que ha elegido vivir según sus propias reglas.
A punto de cumplir 70 años, Amparo sigue siendo un símbolo de empoderamiento femenino, autenticidad y resiliencia.
Su historia nos recuerda que la fama no exime de las heridas humanas, pero que con fortaleza y amor se puede construir una vida plena y significativa.
Hoy, Amparo Grisales vive una etapa más tranquila y reflexiva, rodeada de quienes la aman y con la certeza de que su legado va mucho más allá del brillo y la pantalla.
Su vida es un testimonio de que la verdadera belleza reside en la honestidad con uno mismo y en la capacidad de seguir adelante, a pesar de las adversidades.
Así, la diva colombiana continúa inspirando a nuevas generaciones con su ejemplo de autenticidad, pasión y amor por la vida, demostrando que la edad es solo un número y que el espíritu puede mantenerse siempre joven.