A simple vista, podrías pensar que una superestrella como Cazzu vive rodeada de glamour, luces de neón y alfombras rojas. Y sí, claro que hay momentos así. Pero cuando se apagan los reflectores y las cámaras descansan, lo que queda es una mujer apasionada, perfeccionista, artista de alma y mente imparable. En este artículo exclusivo, te llevamos a través de un recorrido honesto y vibrante por un día completo junto a Cazzu, desde que suena su alarma hasta que apaga las luces de su estudio en la madrugada.
Prepárate para entrar al mundo cotidiano de una ídola global, donde el trap, el café, el amor propio y el sudor se combinan en una sinfonía de autenticidad.
☀️ 8:00 A.M. – DESPERTAR ENTRE AROMAS Y SILENCIOS
No hay gritos de asistentes ni teléfonos sonando. Cazzu se despierta en silencio, en su casa ubicada en una zona tranquila a las afueras de Buenos Aires. Su habitación, de estilo minimalista y con toques góticos que reflejan su esencia artística, está decorada con vinilos antiguos, plantas colgantes y luces tenues.
Antes de mirar el celular, respira profundamente, se estira con calma y enciende su bocina portátil. La música que suena no es trap, ni reguetón. Hoy, por ejemplo, elige a Mercedes Sosa. Otros días, puede ser Frank Ocean o una vieja canción de The Cure.
“Mi primer ritual del día es conectar conmigo misma. No soy de levantarme corriendo”, comparte en tono suave.
Acto seguido, va a la cocina. Prepara su café con prensa francesa, bien fuerte y sin azúcar. Lo acompaña con un pan tostado con aguacate y semillas. A veces suma frutas, a veces no. El desayuno es su momento de soledad sagrada.
🧘♀️ 9:00 A.M. – ENTRENAMIENTO: CUERPO, MENTE Y ENERGÍA
Pocos saben que Cazzu fue bailarina profesional por más de una década. Su disciplina corporal se nota en cada show. Hoy en día, aunque no entrena para ballet, sigue siendo rigurosa con su rutina física.
En su patio techado, al lado de sus plantas y su altar de cuarzos, coloca su tapete de yoga. Durante 30 minutos, realiza ejercicios de respiración y estiramientos. Luego, comienza una rutina funcional: abdominales, sentadillas, planchas, saltos con cuerda. A veces entrena sola, a veces con su coach virtual desde Seúl, con quien comparte sesiones en línea.
“El cuerpo tiene que acompañar a la mente. Si no, el arte se desbalancea”, dice mientras seca su frente con una toalla negra.
🎧 10:30 A.M. – ESTUDIO EN CASA: IDEAS, RIMAS Y BEATS
Después de una ducha rápida y vestirse con su estilo favorito —pantalones holgados, crop top negro y cadenas plateadas—, Cazzu entra a su estudio privado, una mezcla entre cueva mágica y laboratorio musical.
Allí, rodeada de sintetizadores, velas aromáticas, micrófonos y luces tenues, empieza a trabajar en nuevas canciones. Siempre tiene un cuaderno a mano, donde escribe ideas sueltas, versos que nacen como relámpagos y melodías que tararea para no olvidar.
En este momento, está preparando temas para su próximo EP, que incluirá mezclas de trap, cumbia y sonidos electrónicos. Escucha beats producidos por Nico Cotton y se graba en diferentes tonos. Se repite. Borra. Lo vuelve a intentar.
“Soy perfeccionista. Una línea que no suena como la siento, me puede tomar horas. Pero cuando sale… uff, lo sabes.”
📞 1:00 P.M. – LLAMADAS, ENTREVISTAS Y MENTORÍA
Después de una mañana intensa de creación, Cazzu dedica un par de horas a la parte más “empresarial” de su carrera. Se conecta por videollamada con su equipo: managers, diseñadores, productores de giras. Revisa presupuestos de próximos shows, mira bocetos para la escenografía de su próximo videoclip y responde entrevistas con medios internacionales.
Además, como parte de su compromiso con las nuevas generaciones, Cazzu guía a jóvenes artistas. Tiene un espacio privado donde escucha sus demos, da consejos y los conecta con contactos. Cree en el poder de la colaboración, especialmente entre mujeres.
“Una artista sola puede llegar lejos, pero acompañada puede romperlo todo.”
🍝 2:30 P.M. – COMIDA CASERA Y TIEMPO OFF
Su chef personal le prepara comida saludable pero deliciosa. Hoy toca pasta integral con vegetales asados y salsa de almendras. Acompañado con agua de pepino con limón y menta.
Mientras come, pone música bajita o un episodio de su serie favorita. Le encanta el anime, pero también disfruta series latinas como “La Casa de las Flores” o “El Reino”. Algunas veces, ve documentales sobre danza contemporánea o poesía.
Después de comer, se recuesta 20 minutos, con su gata Nina sobre el pecho. Es su mini-siesta reparadora.
🎤 4:00 P.M. – ENSAYO PARA SHOW O GRABACIÓN DE VIDEOCLIP
Si hay una presentación en puerta —como sucedió en Corea del Sur—, la tarde está dedicada al ensayo escénico. Cazzu se traslada a un estudio grande donde la esperan sus bailarinas, su coreógrafa y el equipo técnico.
El ensayo dura unas tres horas. Se repasan entradas, iluminación, movimientos, tiempo de respiración. Aunque todo parezca espontáneo en sus shows, hay un nivel de precisión brutal detrás.
“El escenario es mi templo. No dejo nada al azar.”
Si no hay show próximo, entonces se prepara para grabar escenas de su próximo videoclip. Se prueba vestuario, revisa storyboards y dirige personalmente cada detalle.
📸 7:30 P.M. – SESIÓN DE FOTOS O VLOG CON SU EQUIPO
Ya en la noche, si tiene energía y buen ánimo, graba contenido para sus redes sociales o para su canal tipo vlog. Ahí muestra su lado más relajado: cocina con amigas, juega con Nina, habla de sus canciones favoritas, cuenta anécdotas graciosas de gira.
En esas grabaciones, su autenticidad brilla. No hay filtro forzado ni guiones artificiales. Es simplemente Cazzu, riendo, bailando con un palo de escoba o cantando una canción de Selena mientras prepara mate.
“No soy perfecta ni quiero serlo. Solo quiero ser real y que eso inspire.”
🌒 10:00 P.M. – CENA LIGERA Y RITUAL DE NOCHE
Antes de dormir, se toma un té de hierbas —manzanilla con lavanda— y escribe en su diario. Escribe mucho. Siempre. Le gusta cerrar el día soltando pensamientos, sueños, frustraciones o simplemente gratitud.
Reza o medita un poco. Apaga luces. Deja el celular fuera del cuarto. La gata se acomoda a su lado. Y así, entre susurros internos y el eco de una melodía que tal vez sea su próximo hit, Cazzu se duerme, lista para volver a empezar.
CONCLUSIÓN: LA REINA QUE NO DESCANSA, PERO AMA SU REINO
Un día con Cazzu no es cualquier día. Es un viaje por el alma de una artista que no se conforma, que se reinventa, que siente cada paso y lo transforma en arte. Su rutina no es rígida, pero sí sagrada. Combina el trabajo duro con la pasión, el silencio con el estruendo del escenario, la introspección con la conexión.
Y así vive Cazzu, la reina del Latin Trap, no solo brillando bajo los reflectores, sino también construyendo su imperio desde la raíz, día tras día, beat tras beat, verso tras verso.