Continuando con la Parte 1, este artículo presentará un ranking de las interpretaciones de Penélope Cruz, desde las mejores hasta las menos destacadas, para ofrecer una perspectiva más objetiva.
20. Woman on Top (2000)
En su primer protagonista en Hollywood, empezó a relajarse y volvió a salir la princesa mundana y adorable que tan bien sabe hacer. Al tratarse de una película pequeña, la actriz pudo volver a parecer grande.
19. Noel (2004)
En esta comedia navideña de historias cruzadas, Penélope explotó su sexualidad de andar por casa. La película le daba la oportunidad a Cruz de bailar salsa, convertida en un estereotipo de latina con piernas. Pero vaya piernas. Una combinación de raso, unos tacones y un pelazo sexualizaron su imagen como nunca, pero lo más erótico de Penélope, lo que le hace única, es ver cómo se divierte utilizando su cuerpo. Lejos quedan los días en los que hacía de chica aturdida e involuntariamente sensual, aquí era una mujer perfectamente consciente de su erotismo. Aquí ya era imparable.
18. Blow (2001)
A Penélope se le da mejor brillar sola que construir química con sus compañeros de reparto, pero con Johnny Depp generó una dinámica eléctrica basada en la simpatía que despertaban juntos. Una vez más, Penélope saca lo mejor de sí misma cuanto menos pretenciosa es la película.
17. Sin noticias de Dios (2001)
En su regreso triunfal al cine español (o así lo vendieron, porque en realidad llevaba sólo dos años fuera) , Penélope recuperó el músculo y el vigor. Ningún cine la trata tan bien como el español, porque aquí sabemos de lo que es capaz y le exigimos mucho más que en Hollywood. Venía algo entumecida de Estados Unidos, pero esta enviada especial del infierno en la Tierra hizo que la actriz despertase de su letargo y volviese a darnos otra de esas mujeres indomables. ** Cuando Penélope se arremanga y se involucra, saca petróleo de personajes antipáticos sobre el papel como ninguna otra podría.**
16. Jamón, jamón (1992)
No hay nada más español que unos pezones con sabor a tortilla de patatas y un revolcón encima de una máquina de pinball. Era su primera película, tenía 16 años y Penélope ya devoraba la cámara, con una presencia animal que conseguía que pareciera que era al revés.
15. Belle Époque (1993)
Su personaje se llamaba Luz, y eso era exactamente lo que representaba. La España que podía haber sido y no fue, la inocencia innata y el erotismo de después de comer. Luz parecía una mosquita muerta y era la única que conseguía salir del pueblo y vivir aventuras en la gran ciudad. Y había algo en la mirada entusiasta de Penélope que sugería que, como su personaje, estaba destinada a llegar más lejos que nadie sin que lo viéramos venir.
14. Carne trémula (1997)
“¡Centro, que me meo toa!” fue la frase con la que Penélope y Pedro Almodóvar descorcharon la colaboración que les cambió la vida, sobre todo a ella. Sólo Almodóvar consigue que la actriz interprete con todas sus entrañas, y aunque su personaje desaparezca a los 10 minutos, el espectador se pasa toda la película echándola de menos.
13. No te muevas (2004)
Penélope no dejaba de encandenar fracasos en Hollywood, así que volvió a Europa, donde sí era tratada como una actriz de verdad. Cruz consiguió que el público sintiese la necesidad de proteger y salvar a Italia, una mujer adorable destrozada por la vida. Aunque abusa de su recurso de mirar para abajo y hacer un amago de puchero, Penélope recrea una fragilidad y un amor por la vida tan conmovedores que ganó el David di Donatello de la Academia de Cine italiana a la mejor actriz. Aquí empezó su reconquista.
12. Alta sociedad (2005)
En esta comedia dramática de historias cruzadas que no vio nadie, Penélope enciende todos sus talentos: comediante picantona, mujer rota con callos emocionales, bailes en ropa interior y esos ojos que sólo sabe poner ella, inundados de tristeza pero también de fuerza para seguir adelante. A pocas les queda tan bien el maquillaje corrido, y nadie sabe contar una historia sólo a través de su rímel como Penélope.
11. Piratas del caribe: en mareas extrañas (2011)
Penélope recuperó y amortizó a Maria Elena, su personaje en Vicky Cristina Barcelona, aunque no tanto como Sofía Vergara, que lleva 7 años imitándola en Modern Family. Tras muchos años de tumbos y tostones, Penélope se convirtió en un género en sí misma: la latina gritona de buen corazón, y logró su primer éxito comercial justo cuando ya no le hacía falta. Penélope ha sido una de las pocas heroínas que se han enfrentado al histrionismo de Johnny Depp, porque se pasa la película toreándole. Puede que él haga más gestos que nadie, pero ella grita más alto.
10. A Roma con amor (2011)
Los pechos de Penélope deberían cobrar su propio sueldo por esta película, porque aparecen más iluminados que su cara. Anna es una prostituta ordinaria que se cree elegante, una pringada que es más graciosa de lo que pretende, y menos lista de lo que cree. Anna es una parodia de casi todos los personajes que ha interpretado Penélope en Hollywood, y por primera vez ella parece consciente de ello. Si Woody Allen quería reirse de Penélope, al menos esta vez sería ella quien contase el chiste.
9. Volver a nacer (2012)
Tras 20 años de carrera, Cruz ya tiene suficiente músculo como para ofrecer una interpretación mecánica que brille por encima de una mala película. Ella no es el tipo de actriz que enriquece una historia, sino que sabe ponerla al servicio de su lucimiento. Así ha sabido protegerse de la mitad de los malas películas que ha protagonizado. Eso, en realidad, es un talento en sí mismo, y uno bastante práctico.
8. El consejero (2013)
El resto del reparto de El consejero parece nervioso por demostrar su talento, pero ella está por encima. Es la única que se lo está pasando bien en la película, porque si fracasa sabe que no va a afectarle. No es arrogancia, es la tranquilidad que da haber sobrevivido a más fracasos en 15 años que la mayoría de estrellas en toda su carrera.
7. Ma Ma (2015)
Por primera vez en toda su carrera no exprime su sensualidad, porque no viene a cuento, y prefiere explorar su madurez y su humanidad. Seguir buscando retos (ella produjo la película) le honra como artista, exponer su físico a la vulnerabilidad de un personaje con cáncer la dignifica como mujer. Y esos ojos siguen trasmitiendo tanta compasión como el primer día. La diferencia es que ahora ella está en control de su carrera.
6. Zoolander No. 2 (2016)
Maciza internacional que utiliza su erotismo para conseguir lo que quiere, aunque para ello tenga que aguantar babosos. Este personaje funciona como un homenaje de Penélope a sí misma hace 15 años.
5. Todo sobre mi madre (1999)
La resignación ante la vida de Rosa nos rompió el corazón con una humanidad hasta entonces inédita en Penélope. Nunca ha parecido más frágil. Almodóvar, generoso con ella como siempre, la convirtió en el corazón de una película que es todo vísceras. Lo cierto es que su trabajo es el menos memorable de la película, pero precisamente brillaba gracias a que supo aparecerse como un fantasma en las vidas del resto de mujeres. Eso no te transforma en una estrella, pero Todo sobre mi madre la convirtió en actriz.
4. Nine (2009)
En cada escena, Penélope retoza consciente de que es la principal atracción de la feria. Su sensualidad ya no parece desesperada, su acento genera los mejores momentos de la película y su falta de química con Daniel Day-Lewis no le preocupa en absoluto: ella ya no es una invitada a la fiesta, ella es el pastel.
3. Vicky Cristina Barcelona (2008)
Algunos dicen que se limita a gritar como una histérica, pero para interpretar a una desquiciada y que aun así el público se enamore de ella hay que tener mucho carisma. Maria Elena es como una canción de Malú hecha mujer. Y menuda mujer. El secreto de Penélope es que no se limita a hacer una caricatura, sino que se nota que entiende los mecanismos internos de Maria Elena, por muchos cables que le falten. Eso lo aprendió de Almodóvar, experto en escribir mujeres convencidas de que ellas conducen perfectamente, y de que el problema lo tienen los demás. ** Maria Elena parecía una yegua fuera de control, pero en realidad Penélope sabía muy bien lo que estaba haciendo.** Ella siempre fue muy lista, pero en esta película aprendió a ser intuitiva: una combinación a la que el mundo entero se ha rendido.
2. La niña de tus ojos (1998)
La mirada pícara pero ingenua de Macarena Granada es la España que a veces miramos con ternura, otras con condescendencia, pero de la que nunca podemos huir. La España espabilada, pero no tanto como cree. Penélope hacía de todo y con muchas ganas, consciente de que Macarena es un fastuoso traje hecho a medida, uno de esos personajes para la posteridad que las actrices sólo encuentran un par de veces en su carrera. Su falta de tronío como folclórica quedaba compensado con ** un carisma, un ímpetu indomable y un movimiento de hombros que consiguieron que la cámara se enamorase de ella y, por extensión, toda España también.**
1. Volver (2006)
No hay nada manchego en Raimunda, una mujer que huele a gazpacho y rebujito, pero Penélope brillaba tanto que nos cegó a todos. Raimunda es la generación de señoras cuya historia nadie cuenta, la madre que pasa hambre para que su hija no se sienta pobre, los ojos que gritan lo que el resto del cuerpo calla. Pero también es la luz en medio del barrio gris, el glamour con celulitis que no cabe en la mediocridad del extrarradio. Su ignorancia resulta involuntariamente cómica, y sus agallas son épicas sin heroísmo, contenidas en un cuarto de estar que nunca está ordenado. Nunca un culo postizo fue tan analizado, nunca un playback nos revolvió las tripas así, porque todo lo demás era auténtico. Todo lo demás era Penélope interpretando con la cara, el cuerpo y el aire que respira. Raimunda, la mujer y el personaje, es un milagro que nadie entiende cómo ha podido salir adelante. ** Penélope supo explicarlo: con sensibilidad, con valentía, con generosidad, y sin planteárselo. Hay muchas mujeres que son Raimunda en España, hay muchas estrellas en Hollywood, pero sólo hay una Penélope Cruz.