La única hija de Salma Hayek y François-Henri Pinault alcanzará la mayoría de edad en 2025. Se considera una joven dinámica, siente pasión por sacar fotos a sus amigos con cámaras desechables, quiere estudiar ciencias políticas y después ser directora de cine.
Salma Hayek y Valentina Paloma, en los Oscar de 2023.
De cara a 2025, Valentina Paloma Pinault alcanzará la mayoría de edad. Se espera que la celebración sea una de las más fastuosas que haya visto París en las últimas décadas, ya que se trata de la hija de Salma Hayek (58) y del billonario François-Henri Pinault (62), dueño de la casa de subastas Christie’s, de las marcas del lujo Balenciaga, Gucci e Yves Saint Laurent, la cadena Conforama, el equipo de fútbol galo Stade Rennais y de la firma deportiva Puma. En definitiva, al empresario se le calcula según Forbes una fortuna de 19.100 millones de dólares.
Tras enamorarse de Linda Evangelista (59) con quien tuvo un hijo llamado Austin James (18), François-Henri no tardó en enamorarse de la actriz mexicana con quien se casó el día de San Valentín de 2009 en París. Para entonces, la pareja ya tenía a su primera y única hija, Valentina Paloma, nacida en Los Ángeles en septiembre de 2017. Sin duda, es una de las jóvenes más ricas del planeta. A partir de su puesta de largo sus progenitores estarán ojos avizores para ver qué galanes se acercan y con qué propósitos.
Valentina Paloma ha crecido principalmente en París, donde su padre posee el cuartel general del grupo Kering. En Montfort-l’Amaury, al oeste de Versalles, poseen una residencia palaciega en la que procuran pasar la mayor parte de su vida, aunque también tienen propiedades en Londres y Los Ángeles. A pesar del lujo que le ha rodeado desde su nacimiento, la adolescente ha crecido con los pies pegados al suelo y le han inculcado los valores del respeto, la fidelidad y la concordia. Asimismo, sus progenitores han procurado que crezca alejada de los flashes.
Pero a medida que ha ido creciendo, Valentina Paloma ha ido haciendo sus pinitos en el mundo de la moda ya que con 14 años posó junto a Salma en la portada de Vogue México de mayo de 2022. En ese medio aseguró que “quiero cosas diferentes, pero casi siempre me muevo entre cuatro, me gustaría ser actriz y luego directora porque es lo que tiene sentido en mi cabeza. Creo que debe ser más difícil ser director si no tienes experiencia al otro lado de la pantalla. Eso podría ayudar a dirigir”.
En una reciente entrevista en un programa de la NBC para promocionar la serie Como agua para chocolate de la que Salma es productora ejecutiva contó que “ella va por su propio camino, no hay nada que esté haciendo ahora mismo en la industria del cine. Quiere estudiar ciencias políticas y luego cine como especialidad. Quiere ser directora, pero no quiere estudiar para ser directora porque dice: ‘Lo llevo en la sangre. Quiero dedicar tiempo a aprender algo más complicado'”.
Políglota
Desde que tuvo uso de razón, a Valentina Paloma le gustó asistir a los rodajes para ver a su madre entre focos y cámaras. “Le gustaba mucho sentarse frente al monitor y darme órdenes”, reveló en la NBC. Siempre ha sido una persona muy observadora y, sobre todo, da unas opiniones tan constructivas como meditadas. Su progenitora a veces la teme porque de tanto como la admira puede llegar a ser una crítica feroz.
A la hija pequeña de François-Henri Pinault le encanta sacar fotografías a sus amigos con cámaras desechables, se divierte experimentando con perfumes y maquillaje y de tanto en tanto le roba bolsos vintage a su famosa mamá que luego anda buscando desesperadamente. Es políglota ya que habla a la perfección español, francés e inglés y le encanta Lana del Rey, Stevie Nicks y Kanye West. Poreste último siente auténtica devoción.
Del primer matrimonio de su padre con Dorothée Lepère (1996-2004), Valentina Paloma tiene dos hermanos, François (26) y Mathilde (22), con quien mantiene una relación muy especial.