Hace unas semanas, Mónica Cruz acudió al Late Xou, el programa de La 2 en las noches de los martes. Allí, su presentador, Marc Giró, quiso interesarse por una historia paranormal que había vivido Mónica Cruz años atrás. La hermana de Penélope Cruz explicó que llevaba tiempo notando una presencia en casa y que por eso se vio en la tesitura de llamar a sus amigos, Iker Jiménez y Carmen Porter. Un experto acudió a su casa y le confirmó que era su abuela, quien falleció hace unos años y quien seguía de cerca todos sus pasos. Y que, cuando no estaba en su casa, podía pasearse por la de su hermana o de la de su madre porque las tres residen en la misma urbanización a las afueras de Madrid.

Mónica Cruz se hizo conocida hace más de 30 años. Fue UPA Dance, el programa que le encumbró a la fama, por no hablar de que el parecido físico con su hermana también le ayudó a ser muy conocida. En todo este tiempo, la actriz ha aparecido en distintas series de televisión, en las que ha combinado el mundo de la actuación con el del baile, dos de sus grandes pasiones. Todo esto ha hecho que Mónica pueda gozar de un gran momento económico que se traduce en su día a día y en su forma de vivir la vida en una impresionante casa a las afueras de Madrid.

Valdelagua, la urbanización en la que viven Mónica y Penélope Cruz

Lo cierto es que, durante mucho tiempo, ha sido Penélope Cruz quien estuvo dividiendo su rutina entre Madrid y Los Ángeles, ciudad en la que también ha tenido infinidad de oportunidades laborales. Es por eso que no fue hasta el nacimiento de sus hijos cuando decidió establecerse en la capital de forma definitiva. Así, ellos, aunque de forma discreta, viven en la urbanización Valdelagua, en la misma calle en la que residen su hermana y su madre. Es más, fue la propia Mónica quien confesó que aquello era «como una junta de vecinos». Y es que en la urbanización Valdelagua no solamente reside la familia Cruz, sino que, también, lo hacen otros famosos de la talla de Luis Tosar o Rocío Carrasco.

Penélope y su familia pasaron la mayor parte de su vida en la localidad de Alcobendas, de la que siempre la actriz ha presumido. Cuando fue haciéndose conocida buscaron un lugar en el que pudieran desarrollar su rutina con cierta tranquilidad y privacidad y cuando nacieron sus dos hijos, Leo y Luna, esto fue esencial. Valdelagua está ubicada entre San Agustín de Guadalix y Colmenar Viejo y cuenta con mucha discreción y, sobre todo, fuertes medidas de seguridad que evitan que las miradas indiscretas se cuelen por sus calles. Además, se encuentra a pocos kilómetros de la capital, por lo que si tienes coche en algo menos de media hora puedes estar en el centro de Madrid.

Privada, con mucha seguridad y un club privado

La urbanización, además, cuenta con 250 chalés con un valor de entre unos 600.000 y unos 1,5 millones de euros. Y, además, tiene una zona de juegos infantiles, pistas de pádel y de tenis, canchas de baloncesto y de fútbol y un club privado con restaurante. En definitiva, con todas las facilidades para que sus vecinos, si no quieren, salgan de la urbanización y puedan hacer el día a día dentro de ella. Tal y como apuntaron en La Razón, los gastos de comunidad pueden oscilar entre los 280 y los 350 euros al mes. Tanto Penélope como Javier residen en uno de los proyectos del arquitecto Joaquín Torres y que está equipada con un gran jardín, un jacuzzi, piscina y gimnasio.

Además, el conjunto de casas fueron construidas a finales de los años 70, momento en el que se convirtió en todo un atractivo para aquellas personas que buscaban algo de tranquilidad. Algo que, sin duda, es primordial en la vida tanto de Penélope como de su hermana Mónica. Es esta última quien, desde hace años, está muy volcada en la crianza y el cuidado de su hija, Antonella, a quien decidió tener en solitario. Una decisión en la que, sin duda, contó con el apoyo y la ayuda de su madre, quien, viviendo al lado, estaba cerca para echarle una mano.