El músico neerlandés se reúne con EL UNIVERSAL en videollamada emocionado porque, confiesa, horas antes grabó una versión del tema “Hijo de la luna”, de Mecano, para el nuevo álbum que prepara a sus 74 años (en su página oficial se contabilizan 44 discos).
Pero también porque como parte de su gira de conciertos de este 2024 se presentará en seis fechas (ya agotadas) en el Auditorio Nacional el mes próximo.
“Viajo por el mundo porque amo estar con mi orquesta y en el escenario y ver las caras felices de la audiencia, verlos llorar, reír, bailar, hacerlos felices y mandarlos a sus casas con una sonrisa”, cuenta el llamado Rey del vals.
“La audiencia es lo que más amo, la audiencia mexicana es fantástica, es realmente increíble. Cuando voy a México comienzan a gritar antes del concierto, son tan entusiastas y cálidos que quieren que sigamos tocando toda la noche. La última vez que estuvimos ahí, saliendo del Auditorio seguían cantando ‘Cielito lindo’ así que es fantástico. Yo los amo”.
Para el nacido en la ciudad de Maastricht, donde vive en un castillo con 26 habitaciones, es inimaginable una vida alejado de la música. Ante la pregunta de un posible retiro (en octubre cumplirá 75 años), ríe y luego asegura:
“No, nunca lo he pensado, no hay posibilidad, estaría muerto mañana. Sabes, he vivido mi sueño, siempre soñé con tener mi propia orquesta (su Johann Strauss Orchestra) y viajar por el mundo con ella y eso es lo que hago, así que vivo mi sueño. ¿Quién no querría vivir este hermoso sueño?
“Tener 75 años no es viejo, voy a cumplir 140, así que estoy a la mitad del camino. Soy 75 años joven”, comenta sonriente.