En una entrevista exclusiva con Adela Micha, los integrantes del grupo compartieron detalles inéditos sobre su historia, sus excesos, lujos, retos y la disciplina que los ha mantenido vigentes en la industria musical durante tanto tiempo.
El grupo comenzó su camino como “The Little Tigers” cuando llegaron a Estados Unidos, un nombre que luego evolucionó a “Los Tigres del Norte”.
En sus primeros días, eran apenas niños, cuatro jóvenes con sueños grandes y muchas ganas de triunfar.
Hernán, Óscar, Raúl y el vocalista principal, narraron cómo llegaron a grabar su primer disco gracias a un promotor llamado Art Walker, quien creyó en su talento y los convenció de quedarse en Estados Unidos.
Antes de eso, vivían en casas humildes, sin documentos y sin conocer a nadie, pero con la música como motor para seguir adelante.
A pesar de las dificultades, Los Tigres del Norte lograron consolidarse rápidamente, gracias a su talento y a un trabajo disciplinado.
Recordaron con nostalgia los inicios en pequeños bares y festivales, donde eran los únicos en cantar en español, enfrentándose a públicos mayoritariamente anglosajones y afroamericanos.
Su perseverancia los llevó a grabar discos que se convertirían en clásicos, como “La Camelia” y “El Sombrero”.
Aunque su música habla de excesos y la vida difícil, los integrantes del grupo revelaron que detrás del escenario hay una disciplina férrea.Con una agenda que supera las 150 presentaciones al año, Los Tigres del Norte trabajan casi todos los días, descansando muy poco y manteniendo un estricto orden para cumplir con sus compromisos.
Esta disciplina, casi militar, es lo que les ha permitido mantenerse activos y relevantes durante más de cinco décadas.
Tienen su propio avión —aunque actualmente lo rentan debido a costos— para facilitar sus traslados entre ciudades y garantizar su descanso.
A pesar del ritmo agotador, mantienen un compromiso firme con su público y con la calidad de sus producciones.
Los Tigres del Norte son conocidos por sus corridos y narcocorridos, géneros que han generado controversia debido a la temática relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado.
En la entrevista, aclararon que ellos no hacen apología del narco, sino que cuentan historias reales que forman parte de la vida cotidiana de muchas comunidades mexicanas y fronterizas.
Reconocen que en algunos estados, como Chihuahua y Sinaloa, han enfrentado restricciones para tocar ciertas canciones debido a la sensibilidad del tema.
Sin embargo, ellos defienden que sus canciones son crónicas sociales, reflejos de la realidad que muchas veces se oculta o se ignora, y que su intención es que el público reflexione y elija el camino correcto.
A pesar de la fama y los lujos, Los Tigres del Norte mantienen una vida familiar sólida.
Han pasado más tiempo juntos como grupo que con sus propias familias, pero valoran profundamente el apoyo y la estabilidad que les brindan sus seres queridos.
En la entrevista, compartieron anécdotas sobre su infancia, el amor, los errores y las reconciliaciones.
Revelaron que nunca han permitido que las mujeres formen parte del grupo, por una cuestión de costumbre y protección, ya que son muy celosos con sus familias.
Sus madres, especialmente, siguen siendo figuras de autoridad y guía en sus vidas, manteniendo el respeto y la unión familiar como pilares fundamentales.
Aunque son una de las bandas más exitosas y millonarias de México, Los Tigres del Norte mostraron humildad al hablar de sus finanzas y estilo de vida.
Admitieron tener muchas amistades, pero también muchas deudas, y que no todo es tan glamoroso como se imagina.
Han vendido su avión, pero cuentan con arreglos para viajar cómodamente y cumplir con sus compromisos.
Su éxito les ha permitido darse algunos lujos, como botas italianas y casas confortables, pero siempre con los pies en la tierra.
La clave, dijeron, es no perder la humildad y el enfoque en la música y el público, que es lo que realmente los mantiene vivos como grupo.
Con 49 discos grabados y más de 150 fechas al año, Los Tigres del Norte siguen siendo un referente de la música mexicana.
A pesar de los años, no piensan retirarse pronto, pues consideran que la música no tiene fin y que mientras tengan salud y ganas, seguirán compartiendo su arte.
Han logrado mantener la esencia y la tradición, sin caer en excesos que puedan afectar su carrera o su salud.
Su disciplina, respeto mutuo y amor por la música son el motor que los impulsa a seguir adelante.
Durante la entrevista, compartieron momentos divertidos y emotivos, como cuando lloraban de nostalgia en sus primeros viajes lejos de casa, o cuando regalaban serenatas a su madre a través de la radio.
También recordaron sus primeras experiencias en Estados Unidos, las dificultades para adaptarse y la emoción de ser escuchados por primera vez en un gran escenario.
Entre risas y bromas, mostraron su lado humano, cercano y auténtico, que ha conquistado a millones de seguidores en todo el mundo.
Los Tigres del Norte son mucho más que un grupo musical; son una institución cultural que ha narrado la historia y las vivencias de México y su gente durante más de medio siglo.
Su historia de esfuerzo, disciplina, amor por la música y compromiso con la verdad a través de sus canciones, los ha convertido en leyendas vivas.
A pesar de los excesos y lujos que acompañan a su éxito, mantienen una humildad y un respeto que los hacen admirables.
Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones y su música sigue siendo un reflejo fiel de la realidad, con todas sus luces y sombras.
Los Tigres del Norte no solo han contado historias; han construido un puente entre culturas, generaciones y corazones, demostrando que la música es un lenguaje universal capaz de transformar vidas y unir a las personas.