Encadena tantos proyectos que le cuesta enumerarlos de memoria. Acaba de estrenar Las abogadas en Netflix y protagoniza uno de los taquillazos del cine español este año: Al otro barrio, junto a Quim Gutiérrez y Sara Sálamo. Precisamente en su barrio de Legazpi es donde María de Nati encuentra el equilibrio en medio de rodajes y alfombras rojas, “aquí no tienes que aparentar nada”, confiesa.

Podría haber sido cantante – hace diez años demostró en El Hormiguero que tiene una voz maravillosa a través de un vídeo que, con Pablo Motos a la guitarra, se hizo viral- pero finalmente se decidió por su otro sueño: la interpretación. A María de Nati se le da bien meterse en papel, por eso se desenvuelve con la misma soltura en el teatral vestido azul que la estilista ha preparado para la sesión, como con un jersey que invita a jugar con sus larguísimas mangas. Cuando se mira al espejo ve “una persona en constante evolución. Eso me gusta, y lo abrazo”, sonríe.

MARÍA DE NATI, LA ACTRIZ ESPAÑOLA A LA QUE SEGUIR LA PISTA

PREGUNTA: ¿Por qué decidiste ser actriz? 

RESPUESTA: Siempre me atrajo actuar. Desde que tenía tres añitos decía que quería ser actriz y nunca cambié de idea, lo tenía clarísimo. Me encantaba jugar a hacer vídeos con mi hermano. Mi vocación es un misterio porque nadie de mi familia se dedica a esto, ni a nada relacionado con el arte. Cuando les decía a mis padres “quiero ser actriz” se lo tomaban a “quiero ser princesa”, lo veían como una fantasía. Sin embargo, a lo largo de mi carrera me han apoyado de forma incondicional. Me acuerdo que el primer casting que hice me cogieron y dije: ¡Qué fácil! Esto es lo mío. Pero no, es bastante más complicado. Siempre estás expuesta al rechazo y recibes muchos noes. Pero ese primer sí fue el impulso que me hizo intentarlo.

P: ¿Se aprende a gestionar el rechazo?

R: Al principio me lo tomaba como algo personal. Hasta hace poco no he sido consciente de que he crecido como mujer dentro de la industria del cine, y es inevitable sentirte en ciertos momentos muy expuesta y vulnerable. Pero me he dado cuenta que para sobrevivir en esta “selva” tienes que tener claro que se trata de un negocio y que no te cojan para una película no tiene nada que ver personalmente contigo. No eres tan importante.

“ME GUSTARÍA HACER UN PERSONAJE DE ACCIÓN, CONMO LARA CROFT”

P: ¿Qué es lo mejor de tu profesión?

R: A parte del trabajo de casa, de crear los personajes, que es lo más me divierte. Las personas con las que te cruzas son el tesoro de esta profesión. Los actores y el resto del equipo, de todos ellos he ido aprendiendo.

P: En la ficción has sido tenista, enfermera, pandillera, chica Disney… Tal variedad de personajes no te ha hecho encasillarte. ¿Hay alguno que recuerdes con especial cariño?

R: Nata, en la serie Entrevías, de José Coronado. Me marcó. Era un personaje muy de calle, poderosa, valiente, una mujer llena de fuerza. Este papel llegó en un momento de mi vida en el que yo no creía tener todo eso. Interpretarla fue un gran aprendizaje, me ayudó a sacar mi fuerza interior.

P: Algún papel que aún no hayas hecho y mueres por interpretar…

R: Me da vergüenza decirlo, pero me gustaría mucho hacer un personaje de acción, como Lara Croft. Hacer volteretas, pegarme por ahí… Algo muy físico.

P: Entonces, ¿eres de entrenar duro?

R: Depende en qué momento esté de mi vida. Te soy sincera. Creo que hacer un personaje así sería la única manera de ponerme realmente en forma.

MARÍA DE NATI, PROTAGONISTA DELA PELÍCULA OTRO BARRIO

P: Acabas de estrenar en cines Al otro barrio junto a Quim Gutiérrez y Sara Sálamo, ¿por qué tenemos que ir a ver la película?

R: Es una película de humor pero con un poderoso mensaje. Trata temas muy importantes a través de la comedia, creo que esta es una buena fórmula para aprender. Saldrás del cine con menos perjuicios. Y hoy en día a la gente joven, que vivimos en una parafernalia continua con las redes sociales y esa especie de obsesión por aparentar, nos hace falta quitarnos prejuicios.

P: ¿Qué prejuicios has derribado tú a lo largo de la vida?

R: Creía no tener prejuicios hasta que me he enfrentado a ciertos personajes. Muy raros o extremos, como Sara en Nacho (la serie sobre el mítico actor de cine para adultos Nacho Vidal). Otra cosa maravillosa de esta profesión es que puedes pasar de “cómo voy yo a hacer a este personaje” a meterte en su piel y disfrutarlo.

P: ¿Se ha traspasado el humor de la película al set de rodaje?

R: Ha sido un rodaje maravilloso. Muy fácil, sin las complicaciones que a veces surgen en otros proyectos. Mar Olid, la directora, provoca este buen ambiente, es la generosidad en persona, talentosa y siempre con una sonrisa. Con Quim Gutiérrez y Sara Sálamo ha habido una gran conexión, al igual que con el resto de compañeros “happies” con los que cada día había muchas risas.

P: Mencionabas a Mar Olid, cada vez vemos a más directoras mujeres, ¿desde dentro del sector apreciáis un cambio?

R: Estoy muy contenta de ver como poco a poco se incrementa la presencia femenina en roles como el de directora. Pero creo para lograr la igualdad todavía falta dar muchos pasos.

P: Eres madrileña y, además, de barrio. ¿Qué es lo mejor de ser barrio?

R: Soy de la zona de Legazpi y puedo decir con orgullo que mantengo a mis amigos desde el colegio. Lo mejor es la cercanía con la gente, no tener que fingir nada. Es como estar en casa, tranquila y en paz. En el bar del barrio soy la María de siempre, aunque acabe de salir de un rodaje y vaya maquilladísima, sé que me voy a encontrar con un: “¿pero de dónde has salido tú?”, seguido de unas risas.

MARIA DE NATI: “MI RELACIÓN CON LAS REDES SOCIALES ES DE AMOR Y ODIO”

P: Has dicho en alguna ocasión que Javier Bardem, con el que coincidiste en El buen patrón, es uno de tus referentes, ¿cómo es trabajar con él?

R: Fue un sueño. Miraba mis zapatos y los suyos al lado para poder creerme que estaba rodando con él. Me fascinó su humildad y su compañerismo, siempre haciendo sentir presente a todo el mundo. Eso es ser una estrella.

P: ¿Cómo es tu relación con las redes sociales? ¿Eres de las que se despierta y va directa a mirar el móvil?

R: Lamentablemente sí, nada más levantarme miro el móvil. Estoy más pendiente de las redes de lo que me gustaría. Tengo con ellas una relación de amor y odio. Muestro algo de mí que siento que no me representa al cien por cien. Pero sé que son un escaparate, así que estoy intentando llevarme lo mejor posible con ellas. Es un aprendizaje.

P: ¿Has tenido que lidiar con el hate?

R: Sí, muchas veces he recibido mensajes de odio. Pero intento ser muy objetiva y no tomármelo como algo personal. Si lo piensas con lógica no te puedes ofender por el comentario de una persona que ni te conoce. Aunque hay días que estoy de bajón y recibir mensajes negativos puede llegar a afectarme.

P: ¿Crees que las actrices tenéis una presión extra al tener que mostrar una imagen casi perfecta?

R: Estamos continuamente expuestas pero no solo las actrices, todas las chicas jóvenes. Se potencia una cultura de la imagen en la que muestras algo de ti que no concuerda con la realidad. Es complicado lidiar con eso y tener una relación sana contigo misma. Afortunadamente, cada vez se le da mayor importancia a la salud mental. Yo hago terapia desde hace cinco años.

“SI PUDIERA VOLVER ATRÁS, ME TRATARÍA MEJOR”

P: Un consejo que le darías a tu “yo” del pasado

R: Ser más amiga de mí misma, no juzgarme tanto. Tratarme de forma más compasiva y amable. Estar dispuesta a mejorar, pero no desde el juicio o la crueldad. Muchas veces nos tratamos fatal, somos muy injustos con nosotros.

P: ¿Qué haces cuando quieres desconectar de todo?

R: Volver a mi barrio y quedar con mis amigos de siempre. Reírme con ellos y escuchar sus problemas, y darme cuenta de que los míos no son tan importantes.

P: ¿Cuál es tu mayor defecto y tu mayor virtud?

R: Mi mayor defecto…hay unos cuantos. Quizás haber sido demasiado exigente conmigo misma. Pero a la vez ser exigente es mi mayor virtud, me ha hecho mejorar. Vivo con esa dualidad.