Estudió Periodismo, pero desde niña su abuelo le inculcó la pasión por la náutica y su padre por la adrenalina. Fue la primera española en ser subcampeona del mundo de motos de agua.
El día que Cristina Lazarraga leyó estas dos palabras, “Team Nadal”, fue uno de los más felices de su vida. Eso significaba que sería la piloto de E1 Series (competición de barcos eléctricos a nivel mundial) y cumpliría su gran sueño, tener como ‘jefe’ a Rafa Nadal, el que era su referente en el mundo del deporte desde que era una niña. Esta piloto madrileña comenzó su pasión por la adrenalina y los deportes de agua gracias a su abuelo y su padre y ha llegado a ser la primera española en ser subcampeona del mundo de motos de agua y campeona europea en la competición deportiva conocida como jetcross. En la semana en la que arranca la competición para 2025, hablamos con ella de cómo es compartir equipo con Rafa Nadal y de cómo es ser mujer en un mundo de hombres.
Hábleme un poco de usted y su historia personal.
Soy madrileña aunque todo el mundo piense lo contrario. Siempre he estado vinculada a deportes de mar porque llevo toda la vida veraneando en el Mediterráneo. Gracias a eso he generado un amor incondicional por el mar y sobre todo por los deportes acuáticos. A día de hoy por suerte también es mi profesión. Aun así, a mis padres siempre les ha gustado mucho innovar, por decirlo de alguna manera, y hemos vivido en Chile por unos años y después hice un Erasmus en Milán. Pasé la pandemia en Alicante y viví allí durante dos años pero volví corriendo a Madrid. Supongo que soy demasiado madrileña y prefiero vivir en la gran ciudad y viajar para entrenar y competir. Estudié un triple grado de Periodismo, Publicidad y Comunicación Audiovisual. Gracias a ello tengo unas herramientas comunicativas que me facilitan hacer ciertos aspectos de mi carrera deportiva y también crear contenido en redes sociales que es algo que disfruto mucho.
Nació en Madrid… aquí no hay mar, ¿cómo empezó a enamorarse del mar y de los deportes acuáticos?
Recuerdo con cariño todos los veranos que he pasado en Alicante con mi abuelo. Él me inculcó la pasión por la náutica y mi padre la pasión por la adrenalina. Ambas cosas me llevaron a la competición de motos de agua. Desde que soy pequeña siempre me ha fascinado cualquier deporte acuático. La verdad es que es el medio en el que me encuentro más cómoda. Me parece superdivertido y considero que es donde puedes encontrar la libertad que no tenemos “en tierra”.
¿Cómo comenzó su pasión por las motos de agua?
Mi padre competía cuando era joven. Un día le dejaron una moto de agua en el pantano de San Juan y se enamoró del deporte. Eso le llevó a ganar varios títulos de campeón de España. Yo he nacido en las carreras y he vivido la competición desde que tengo uso de razón, digamos que lo llevo en las venas.
¿En qué momento decidió que ese era su mundo?
Desde muy pequeña quise competir pero mis padres no me dejaban. Consideraban que era demasiado peligroso y no querían que me desviase de los estudios. Lo importante en casa siempre fue terminar la universidad. Cuando terminé ya no había excusa así que fue ahí con 23 cuando empezó mi carrera deportiva ¡y hasta hoy!
¿Cuáles son las claves para triunfar en ese mundo y más siendo mujer?
Bajo mi punto de vista la determinación y la perseverancia son imprescindibles para triunfar en cualquier aspecto de la vida. Ser mujer en un mundo principalmente masculino no es fácil porque se suele tender a generar unos prejuicios que normalmente menosprecian nuestra valía. Aun así, tengo que decir que tengo la suerte de haberme encontrado siempre con hombres a lo largo de mi carrera deportiva que me han tendido la mano y me han impulsado y ayudado a ser la piloto que soy hoy.
En 2021 sufrió un accidente, ¿ahí pensó en dejarlo todo?
Claro que pensé en dejarlo todo. Es de esos momentos en los que te planteas una y otra vez qué haces y por qué lo haces. Estar obligada a parar me hizo tener una perspectiva diferente sobre el momento vital en el que me encontraba. A día de hoy estoy agradecida de haber tenido ese accidente. He sacado muchas cosas buenas de ello. No veía el momento de cerrar la etapa de las motos de agua. Gracias al accidente decidí que era el momento correcto de cerrar esa puerta y buscar nuevos objetivos. Fue ahí cuando apareció el proyecto de la E1 Series.
¿Cómo llegó a la E1?
La primera persona que me habló de ese proyecto fue mi gran amiga Cristina Gutiérrez. Gracias a ella pude entrar en la academia de pilotos que organizó la E1 Series. Después de terminar la academia donde aprendimos y entendimos cómo funciona el Race Bird, los equipos fueron haciendo entrevistas a todos los que participamos en la academia. Éramos más de 45 personas las que queríamos entrar y solo entrarían 16. Yo tenía muy claro que quería entrar en el equipo de Rafa Nadal pero nada era seguro. Podía quedarme fuera o que me llamasen de otro equipo que no fuera el Team Rafa. Por suerte un día recibí un email que ponía “Team Nadal”. Fui pasando entrevistas y me dieron el mejor regalo de Navidad posible… ¡estaba dentro!
¿Explíqueme qué es la E1?
La E1 Series es una competición mundial de barcos eléctricos con foil. Es decir, uno de los proyectos náuticos más innovadores y con más proyección que se ha creado jamás. El funcionamiento del campeonato es realmente genuino. Los dueños de los equipos son personas de gran relevancia a nivel internacional como Will Smith, Rafa Nadal, Tom Brady, Marc Anthony, Checo Pérez, Steve Aoki… En cuanto al formato, cada equipo debe estar formado por dos pilotos: un chico y una chica. De esta forma se busca tener un campeonato igualitario que da las mismas opciones tanto a hombres como a mujeres.
¿Cómo influye la sostenibilidad en la competición?
La sostenibilidad es uno de los pilares principales de la E1 Series. Por primera vez en la historia se ha creado un deporte náutico de motor que no daña el ecosistema. Estamos demostrando que se puede competir sin dejar huella. Además, allá donde competimos se instalan cargadores eléctricos marinos. De esta forma se promueve y anima a los demás usuarios de embarcaciones a tomar un camino más electrificado dejando atrás los motores de combustión.
¿Se puede vivir de esa pasión o se dedica a otras cosas?
Actualmente puedo decir que soy muy afortunada porque vivo de la competición. Es algo bastante difícil y más si añadimos el factor deportes de agua. Estoy muy agradecida porque gracias a Rafa Nadal no solo estoy cumpliendo un sueño si no que además ha impulsado mi carrera deportiva a otro nivel. Además de vivir de la competición también hago contenido en redes sociales y es algo que me entretiene y divierte mucho.
Pudo estar en otros equipos de rostros conocidos, pero tenía claro que quería estar en el de Rafa Nadal, ¿por qué?
Rafa Nadal es mi mayor referente deportivo desde que era una niña. Es la definición más precisa de lo que es un atleta tanto dentro como fuera de la pista. Sus valores, su fortaleza, su humildad… Siempre le he mirado con una gran admiración. Además de eso tenía claro que quería estar en el equipo español.
¿Cómo es Rafa Nadal en las distancias cortas?
Es igual que lo que ha mostrado siempre. Valoro mucho las charlas que podemos tener con él en las que nos cuenta su perspectiva sobre el deporte, la competición y cómo afrontar los diferentes momentos sobre los que pasa un deportista a lo largo de su carrera. Me quedo con una frase que me dijo “lo difícil de un campeón es seguir trabajando cuando está en lo más alto de la cima. No creer que lo tienes todo ganado”. Una vez más demostrando su humildad y por qué ha sido el mejor de los mejores durante tantos años.
¿Y cómo es como ‘jefe’?
Es divertido y cercano. En la última carrera de esta temporada vino a vernos competir. Estuvimos con él todo el fin de semana y nos apoyó muchísimo. Fue una maravilla poder compartir tiempo con él y enseñarle de cerca lo que hacemos. Tener de ‘jefe’ a alguien como Rafa Nadal es un sueño… digamos que es el jefe que todo el mundo querría tener… jajaja
¿Le ha enseñado usted algo a él de las motos acuáticas?
Todavía no he tenido oportunidad pero espero poder navegar algún día con él y si es por Mallorca mucho mejor. Sé que le gusta mucho el mar igual que a mi así que seguro que disfrutaremos mucho.