Justo cuando México aún no se reponía del impacto por el brutal asesinato del exalcalde Carlos Manso, otra oleada de indignación volvió a estallar desde el corazón de la política nacional.
En lugar de mostrar solidaridad con la familia de la víctima, el senador Gerardo Fernández Noroña eligió atacar con dureza a la viuda en su momento más vulnerable Grecia Quiroz.
La crudeza y la insensibilidad de sus palabras despertaron una pregunta inquietante ¿se trata
de un arrebato aislado de un político provocador o de una pieza más en un tablero de poder mucho más complejo?

El escándalo estalló justo cuando el proceso legal por el asesinato de Manso avanzaba de manera significativa. Un juez de control decidió vincular a proceso a un sospechoso conocido como “licenciado,” considerado uno de los presuntos autores intelectuales del crimen.
Al mismo tiempo, siete escoltas del exalcalde de Uruapan fueron incorporados al mismo procedimiento, lo que generó un fuerte temblor en las estructuras de seguridad que supuestamente lo protegían.
Fue en este contexto cuando Grecia Quiroz exigió investigar a tres miembros de Morena que su esposo habría señalado antes de ser asesinado y allí comenzó la arremetida de Noroña.
Lo que desató la indignación no fue solo lo que dijo, sino el momento en que decidió decirlo.

En plena conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Noroña acusó a Quiroz de ser ambiciosa, la calificó como representante del fascismo y además re-victimizó a la familia atacando incluso la memoria del fallecido.
El punto más polémico fue su afirmación de que Manso había “derivado hacia el fascismo”, un comentario considerado innecesario y cruel frente a un hombre asesinado días antes.
El diputado local Carlos Alejandro Bautista Tafoya reaccionó con dureza lo llamó ingrato, ruin y recordó que Manso alguna vez lo consideró amigo.
Otros aliados políticos también se apartaron de él, hasta el punto de que Noroña apareció completamente solo en una conferencia de prensa que muchos describieron como la más solitaria de su trayectoria pública.

Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum solo corrigió sus palabras de manera tenue, su mensaje fue claro este comportamiento no encaja con el espíritu de respeto y solidaridad que el gobierno pretende proyectar.
Al mismo tiempo, otro escándalo sacudía al país. La investigación contra el empresario Raúl Rocha Cantú, propietario del cincuenta por ciento de Miss Universo, revelaba un perfil mucho más oscuro del que el público conocía.
Según la fiscalía, Rocha no solo es un inversionista destacado sino también un posible eslabón clave en una organización delictiva dedicada al narcotráfico, al tráfico de armas y al contrabando de combustible.
El expediente indica que ejercía funciones de dirección y financiamiento dentro de la red, utilizando a la empresa Segurimex como fachada para mover armas, mientras el combustible ilegal ingresaba desde Guatemala, cruzaba Tabasco y era almacenado en un sitio llamado La Espuela. Las gasolineras bajo su propiedad estarían distribuyendo este combustible ilícito.

El expediente menciona incluso a figuras de alto nivel dentro de Morena, lo que convierte la pesquisa en un asunto extremadamente sensible.
Jacobo Reyes León, identificado como participante en la red de contrabando, fue alguna vez candidato del PRD, lo que evidencia que las conexiones se extienden más allá de una sola fuerza política.
En paralelo, la escena nacional se tensaba por los rumores sobre una posible renuncia o remoción del Fiscal General.
Si la renuncia se confirmara por causa grave, el Senado tendría la obligación de revisar y aprobar el procedimiento, bajo exigencia de total transparencia para evitar un caos institucional.
Entre los nombres que suenan como posibles reemplazos aparece el de Ernestina Godoy, una figura influyente dentro del ámbito jurídico mexicano.

Todas estas piezas conforman un panorama inquietante donde cada declaración, cada movimiento y cada ataque político puede alterar el rumbo de investigaciones sensibles.
La ofensiva verbal de Noroña contra Grecia Quiroz no solo deja un precedente vergonzoso, sino que también funciona como recordatorio de que las disputas internas en la política mexicana están lejos de ser simples desencuentros personales.
¿Fue casual que una viuda se convirtiera en blanco de ataques ¿El asesinato de Manso está vinculado a intereses más profundos ¿Avanzarán las investigaciones hasta tocar a figuras de mayor peso?