Después de su trío de ‘Chaneles’, la actriz, saca su lado más cañí con el estampado del verano.
Penélope Cruz está siendo una de las estrellas más solicitadas de esta edición del Festival de Cannes. La presentación de su nueva película, ‘Todos lo saben’, mantiene de lo más ocupada a la actriz estos días en Cannes. Presentaciones de día, galas de noche, cenas, alfombras rojas y más premieres requieren de un armario versátil y preparado para todas las franjas horarias. Así, mientras que para la primera jornada, Penélope Cruz eligió tres diseños de Chanel que derrochaban glamour, ayer la actriz sorprendió con un cambio de registro drástico. Pasó de encarnar a la estrella de Hollywood que es a representar su faceta más folklórica. Penélope Cruz dejó a la audiencia boquiabierta con un minivestido blanco de pequeños lunares negros. Por si había alguna duda, un volante recorría el minúsculo vestido, desde el escote hasta el final.
Este minivestido nos dejaba ver además uno de los tatuajes que tiene Penélope, tres números, 883, que la actriz lleva cerca de su tobillo y del que nadie sabe su significado (hay quien apunta a la numerología cabalística) .
El pelo, tal y como viene haciendo desde que llegara a Cannes, lo dejó suelto y apostó de nuevo por un maquillaje natural y bastante conservador.
El look de ayer era todo lo que estábamos esperando, un guiño al estilo más cañí de Penélope Cruz para presumir de piernas en La Croisette. Olé.